Encontré también en los campos quauhnahuacenses que pertenecen a Tepequacuilco, un árbol muy parecido al ezpatli quauhnahuacense, pero con hojas más redondas, vellosas y ásperas, con corteza gruesa y raíz ramificada, que nace junto a las aguas y es también astringente, oloroso, amargo, calorífico y útil para las mismas cosas. Hay además entre los quauhnahuacenses una planta del mismo nombre, que llamé por eso segundo quauhnahuacense, y que es semejante al yacahoitzxóchitl, pero sin flor ni fruto y con hojas un poco mayores y menos gruesas. Haciendo incisiones en ella mana copiosamente un jugo que alivia de modo notable la inflamación de los ojos. Es fría, seca y astringente. Nace en lugares cálidos de Quauhnáhuac y Yacapichtla.
EZMAITL
TOMO II. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 1