Es un árbol de gran tamaño llamado así por ser semejante al amaquáhuitl del cual se fabrica el papel, pero de hojas con forma de navajas. Los haitianos lo llaman ceiba. Hay dos especies de él, una con hojas como de cidro de un verde claro por debajo y fuerte por encima, y fruto redondo pintado de manchas blancas y lleno de granillos semejantes a los del higo, comestible y de sabor parecido al de nuestros higos, por lo que los criollos llaman al árbol higuera india e higo al fruto. Supe entre los panucenses que este árbol echa hojas dos veces al año, las cuales cuando están verdes y tiernas destilan mucho jugo. La otra especie tiene hojas más anchas, pero más obtusas y más negras, por lo que algunos la llaman tlilámatl, y fruto más pequeño. Una y otra especie tienen madera blanda y escasa. En lo que se refiere a usos médicos, no averigüé sino que las hojas tienen naturaleza fría y seca y curan las úlceras.
SEGUNDO IZTACTLALÁMATL
También recogí de este árbol, principalmente entre los hoaxtepecenses, el llamado maná por los árares, muy semejante al nuestro en forma y propiedades, pero un poco más duro y glutinoso. En otros lugares de esta Nueva España, como los quauhnahuacenses, suele cuajar sobre los sauces un maná excelente, en nada inferior al que se importa de Campania.
TOMO II. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 1