CAPÍTULO IX


Si puede alguno padecer injuria voluntaria


Tampoco es pregunta inútil si puede alguno padecer injuria voluntariamente, porque ser uno castigado, que es pagar lo justo, muchas vezes es contra voluntad del paciente. También es cosa muy manifiesta que puede acaecer que el que padece injustamente, y pierde, no haya padecido injuria, porque acontece perder aun cuando no hay nadie que haga injuria, y ninguno puede pa{d}ecer injuria si no hay alguno que la haga. Por lo cual, como también se entienda que el que de su voluntad daña a otro entonces le daña cuando haze contra la voluntad de aquel a quien daña, queda que creamos que ninguno padece voluntariamente injuria. Porque el que disipa su hazienda por algún amor, y por cobdicia de gozar de deleite, espontáneamente se daña, pero no padece injuria. Pues no es también hermosísima la cuestión en que se pregunta: ¿cuál peca más, el que distribuye desigualmente o aquel a quien se ha desigualmente distribuido? Y aunque el que no retiene más de lo que basta para sí, alcanza nombre de modesto, y lo que falta de hazienda recompensa en honra; pero es más vicioso el que haviendo de distribuyr sus cómodos, los distribuye desigualmente, quiero dezir no mirando a la calidad de las personas, porque más gravemente peca el que da causa de pecar a otro que no el que usa de la ocasión. Sin dubda siente mal el que cree ser cosa fácil hazer derecho e injuria, porque ninguno puede hazer derecho e injuria si no es con hábito, y el hábito no puede alcanzarse si no es con dificultad y largo exercicio. Fuera desto saber leyes y derechos no es usar de justicia, pero acomodar los preceptos a las causas particulares. Así que de todas estas cosas está claro pertenecer el derecho y la injuria a los mismos a quien tocan los daños y los provechos.

TOMO VI.

ESCRITOS VARIOS