CAPÍTULO VIII


De la buena conversación


Hay otra virtud, acerca de los donaires y burlas, que se llama buena conversación, porque pasar indiscretamente todas las cosas en burlas y risa es especie de truhanería, y por el contrario de rusticidad espantarse de las conversaciones jocosas y alegres. Pero porque todos casi son inclinados a placer y donaires, y se oyen de buena gana las afrentas agenas, parece a algunos ser compañero de la truhanería, pero mucho distan pues la buena conversación no es sino una templada y decente destreza en dezir y oír las burlas templadas. Es ansimismo lícito usar de donaires que piquen, no aquellos con que la estimación de alguno pueda o diminuirse o dañarse, mas aquellos que por ninguna ley se prohíben.

Pero truhán llamamos al que, por mover risa, ni perdona a sí ni a los otros, y rústico al que, siendo para esto inútil, está siempre triste y molesto. Mas, quién dubda ser necesario en la vida la holganza e intermisión de los trabajos. Muchas personas principales he yo conocido y conversado, que han dicho delicada y sabrosamente, pero, por no nombrarlos a propósito de cosa que acerca de gente grosera no es estimada en tanto como merece, tengo por mejor dexarlos por señalar.

TOMO VI.

ESCRITOS VARIOS