CAPÍTULO V


Que las acciones que se siguen a la consultación y elección hazen hábitos voluntarios


De manera que las acciones que se siguen a la consultación y elección, por ser voluntarias, hazen hábitos voluntarios y ansí aunque ninguno es dichoso contra su voluntad, pero muchos se hazen de su voluntad malos y perversos. Porque, pregunto, ¿qué es la causa si pecas, inducido de alguna cobdicia o deseo y ofendes contra la ley, por ignorancia de la ley muy manifiesta, que lo has de pagar, aunque lo hagas forzado? También porque, si después de beodo mataste a tu padre, ¿lo pagas?, puesto caso que lo cometas con la ignorancia que se siguió a la beudez, y a la verdad, aunque por la variedad de la naturaleza particular de cada uno, y mezcla de los humores, atraiga el apetito diversamente a todos, pero obedece cuando quiere a la razón, de donde es que los primeros movimientos ni son en todos unos mismos ni son voluntarios, pero los que nascen de hábitos parece estar de la misma manera en nuestra libertad que los mismos hábitos. Los cuales quién negará ser voluntarios, si se entiende ser las acciones que los hazen voluntarias. Porque los que conceden ser la virtud voluntaria y el vicio no, contradicen a la razón, como sea necesario que las cosas contrarias anden acerca de una misma naturaleza, pero las acciones siempre están en nuestra mano y los hábitos solamente al principio, como las enfermedades en que por nuestra culpa caemos.

TOMO VI.

ESCRITOS VARIOS