CAPÍTULO VII


De las virtudes en particular


Y si queremos acomodar esta definición a las virtudes particulares (porque las acciones son de cosas particulares), haremos más cierto el negocio de que tractamos luego acerca de los temores: el medio es la fortaleza; el exceso, la temeridad, y el defecto, el temor demasiado. Acerca del dolor y deleite de los manjares y bevidas y cosas venéreas, la templanza es el medio, destemplanza el un extremo, y otro la insensibilidad. Acerca del dispensar de los bienes, la liberalidad, prodigalidad y avaricia; acerca del dispensar de las cosas grandes, magnificencia, ventosidad, poquedad. Acerca del deseo de las honras pequeñas, la medianía carece de nombre, el exceso se dize ambición, y remisión el defecto. Acerca de las grandes honras, magnanimidad, inhiación o hipo, y pusillanimidad. Acerca de la ira, mansedumbre, iracundia y floxedad. Acerca de las cosas que pertenecen a la verdad, gravedad, vanidad e ironía, o disimulación. Acerca de las cosas que tocan a burlas, donaires, rusticidad y truanería. Acerca de las cosas que se requieren para el deleite de vivir en compañía, afabilidad, lascivia o adulación, y mala condición. Lóanse también algunas afecciones, porque consiste en medianía, como la vergüenza, cuyo exceso es la desvergüenza y defecto al alebronamiento. También es la indignación alabada como afecto medio de la invidia y del gozo perverso de los males agenos. De los dos géneros de justicia y de las demás virtudes intelectivas diremos en su lugar.



APPENDIX



Díxose ser la indignación afecto medio entre la invidia y gozo perverso de los males agenos, porque la invidia es dolor de los bienes agenos ansí de los buenos como de los malos, y la malevolencia gozo del mal de los buenos y de los malos, y la indignación enojo del bien de los malos y del mal de los buenos.

TOMO VI.

ESCRITOS VARIOS