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SOBRE LAS CAUSAS DE LAS COSAS NATURALES


¿Cómo es que, siendo los predichos principios intrínsecos causas también de las cosas, establecen los filósofos cuatro diferentes causas: la forma, la materia, el agente y el fin?

Es sin duda porque, aunque tales principios sean asimismo causas, es preciso reconocer otras dos, el agente y el fin, que no son principios.




¿Por qué la materia y la forma son a la vez principios y causas, y el agente y el fin causas solamente?

Es porque materia y forma se dan intrínsecamente, en tanto que agente y fin son extrínsecos.




¿Por qué las causas eficientes universales o particulares de donde algo ordinariamente se origina, colocadas o no colocadas en cierto orden producen a veces efectos contrarios?

Tal vez porque el efecto normal se produce per se, y el contrario per accidens.




¿Por qué a una de las causas se la llama final?

Por ser aquello a lo cual tiende la cosa, y que apetece o alcanzó después de apetecerlo.




¿Por qué la casualidad y la suerte suelen llamarse causas impropias?

Porque lo son de cosas que raramente suceden. Pues lo que ordinariamente acaece, o bien es obra de la naturaleza o del ejercicio de la mente. En cuanto a lo que no acontece ni con frecuencia ni raras veces se cuenta entre las cosas que no dependen de otra alguna.




¿Cómo es que pueden producirse los monstruos, si no están dentro del orden e intención de las causas particulares?

Tal vez porque los consiente la naturaleza universal con algún fin y razón.




¿Por qué se dice que la forma domina a la materia que la recibe, el agente a la forma y el fin al agente, y que por tanto las acciones de la naturaleza están gobernadas por el agente o causa eficiente, puesto que hay algunas que no tienen un fin, como la muerte, otras cuya necesidad depende de la materia, como los monstruos, otras de la forma, como las conclusiones matemáticas, y otras, por fin, que dependen sólo de la propia causa eficiente, como la natural iluminación de un pórtico?

Quizá porque, aunque así sea, las acciones de la naturaleza se rigen principalmente por su fin.

TOMO VI.

ESCRITOS VARIOS