CAPÍTULO XXIX


De dos partes del entendimiento y primero del que llaman los philósophos pasible


Tiene el entendimiento dos partes: una que puede recebir las semejanzas de todas las cosas, y se dize principalmente padecer el recebimiento de aquellas que primero conocimos imaginando y sintiendo. Y como el sentido de sí no tenga semejanzas de las cosas que ha de sentir, antes carezca de todas aquellas especies que ha de recebir, carece también este entendimiento que llaman los philósophos patible cuanto es de su parte de todo conocimiento, mas puede ser que aunque sea patible alguna vez parezca hazer: porque, puesto caso que cuando alguna imaginación hiziere tránsito al entendimiento no haga nada pero solamente padezca cuando ya está informado de aquel entender, entonces acontece hazer algo, y juntamente con la imaginación y cosa ya entendida saca otra para el conocimiento. La primera intelección se llama transida y la segunda mansitia. Porque aquello se dize pasar que no queda allí de donde partió, y aquello queda que parece bolverse al lugar de donde parte. Difiere el sentido del entendimiento en que el sentido en su sensible proprio nunca se engaña, {pero} el entendimiento se f{r}ustra muchas vezes en su inteligible particular. También los sensibles comunes engañan al sentido particular, pero los universales no engañan al entendimiento. Iten, el sentido está subjecto al cielo, pero el entendimiento en ninguna manera.

TOMO VI.

ESCRITOS VARIOS