CAPÍTULO XXVIII

Del ánima racional

Así que está el ánimo del hombre derramado por todo el cuerpo y carece de todo instrumento, como convenga se aparte mucho de materia lo que él tiene de entender y si las cosas se entendiesen por instrumento no se podría entender cosa que no fuese corporal, siendo el objecto de la potencia intelectiva aquella forma que se conoce, apartada de toda materia y de las cosas inficionadas della, porque cuando entiendo el hombre, conviene a saber aquella especie o algún género o diferencia, ni miro a algún tamaño o cuantidad, ni considero pertenecer a algún otro principio, pero contemplo la forma y substancia de solo el hombre. No lo haze ansí el sentido ni la imaginación o estimación, los cuales reciben solamente las semejanzas de las cosas metiéndolas adentro. La variedad del entender depende de la variedad de las cosas, porque las corpóreas y subjectas a materia conceptible, primero las conoce el sentido y después las concibe el entendimiento. Las matemáticas, primero con alguna imaginación y después con la razón, mas las incorpóreas y totalmente apartadas de materia, como Dios, con solo el entendimiento se investigan.