CAPÍTULO XIX


De las virtudes interiores del alma y primero del sentido común


Ya habernos dicho de las potencias del alma que llaman exteriores. Agora será bien tractar de las interiores. Así que, como no podamos conocer las diferencias de los sensibles particulares con algún sentido exterior, es necesario confesar que haya en nosotros alguna virtud con que hagamos juizio de todos los sensibles, por los sentidos que son como mensageros de las cosas recebidas. Ésta llaman los philósophos sentido común, el cual cuando juzga de los colores es como una manera de vista; cuando los sonidos, oído, y ansí de los demás, de donde es que, como esté en todos, digamos que en un mismo sentido acontece que veamos y sintamos que vemos, siendo este sentido como el centro en el círculo colocado en la parte delantera del cerebro, a donde van como a centro las líneas de todos los sentidos exteriores.

TOMO VI.

ESCRITOS VARIOS