CAPÍTULO XV


Que se corrompe el sentido con el exceso del sensible


Corrompe el exceso de los sensibles todos los sentidos, si no se ofrescen como el color por solas las semejanzas, antes las mismas cosas, como el sonido, olor, color, sabor y cualidades; porque se desbarata la proporción que hay entre lo que siente y el sensible, padeciendo desta copia las cosas sin ánima, porque el aire y el agua no sólo pueden recebir las semejanzas de los colores, pero también los verdaderos sonidos y olores, y no sólo representárnoslos, pero no los sienten porque carecen de ánima. Las plantas, aunque tienen ánima, y son ofendidas del frío y del calor, cualidades que pueden tocarse, pero porque no pueden tener instrumentos con que reciban aquellas especies que vienen de las cosas, sin materia, no pueden tener dellas sentimiento.

TOMO VI.

ESCRITOS VARIOS