CAPÍTULO IX


De la voz


Muchos géneros hay de sonidos, pero el principal es la voz, debaxo de la cual se entiende las palabras como especie. Para formar la voz es menester el pulmón, garganta y áspera arteria, la cual es varia y desemejante y apropriada al temple de cada uno, y necesaria no sólo para hablar, pero para atraher aire que refrixere el pulmón y corazón, porque la lengua no sólo sirve de hablar, pero también es atribuida al gusto. Para la habla es también necesaria la lengua y paladar, porque los labios y dientes sirven de mejor expresión y hermosura. Y aunque haya tomado la plática su principio de naturaleza, pero dásele perfección con institución humana, y no sólo los que carecen de sangre, como el linage de los pescados, pero muchos de los que no carecen della no tienen voz alguna, como aquellos que tampoco respiran. Y acontece algunas vezes que creamos tener voz, no siendo sino aire reverberado con las agallas, según que lo cuentan las fábulas del río Acheloo. Oímos en el aire, agua y fuego, como en el aire solo haya sonido, por lo cual en el fuego y en el agua se representan las semejanzas de los sonidos, y en el aire se oye el sonido y la semejanza del sonido, de donde viene que sentimos mejor en el aire, donde se haze más valiente y apta reverberación de los sonidos.

TOMO VI.

ESCRITOS VARIOS