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Libro Quinto


[Del ánima]


CAPÍTULO I


Explicada la naturaleza y substancia de las cosas que carecen de ánima, será bien se digan las que participan della. Es pues el ánima aquella primera perfección con que el cuerpo natural, compuesto y diferenciado con miembros diversos, es potencialmente partícipe de vida. Porque el ánima no puede ser cuerpo pues ningún cuerpo tiene la vida de sí mismo, si no es movido del ánimo, y aun el cuerpo, como sea substancia, no se recibe en otra materia, y el ánimo se vee en el cuerpo que le es subjecto. Dízese el ánima perfección natural del cuerpo por ser más noble y excelente todo lo natural que aquello que es hecho por artificio, porque lo que se haze por arte (como no puedan ser sus formas substancia) de sola la materia alcanza parecer que lo es, y no puede estar el ánimo en los cuerpos que no están fortalecidos de instrumentos, según lo verá claro el que por los particulares discurriere. Es ansimismo necesario que el cuerpo animado tenga vida, en potencia, porque entonces obra el cuerpo cuando el ánimo lo manda, de do se ve que, cuando no lo manda, tiene potencia de obrar, y cuando está el cuerpo actualmente en la acción, vive potencialmente. Porque, aunque actualmente haga, ¿por ventura no es necesario que tenga potestad de hazer? Llámase también el ánima perfección primera del cuerpo, porque como es primera la acción con que ha alguno alcanzado ciencia de muchas cosas, y la segunda aquella con que ya contempla y está actualmente en el oficio de especular, ansí es primero el ánima con cuya fuerza podemos hazer, y la segunda aquella operación con que ya hazemos y sentimos.

TOMO VI.

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