CAPÍTULO XXI


De la salsura de la mar


Hazen salado el mar los vapores que de su profundidad se levantan, los cuales, como sean húmidos y terrestres, y se sequen quemados del sol, engendran sal; porque es este vapor casi humo, y casi todo humo es quemado y salado, si el cuerpo de do sale no le da otra naturaleza, según que lo experimentamos en el encienso.

TOMO VI.

ESCRITOS VARIOS