CAPÍTULO XXV


Que lo mismo que una vez pereció no puede tornar a ser otra vez


Y lo que una vez pereció no puede en alguna manera tornar a ser otra. Como ni lo que se engendró una vez se puede tornar otra vez a engendrar, porque toda la potestad que la materia tiene dentro de sí para engendrar y produzir alguna cosa se corrompe juntamente con lo engendrado. No obstante esto es necesario que una misma materia se subjecte a diversos cuerpos y formas y no estorban esto los milagros que se cuentan de las phenices, por ser subjecto su materia por sucesión (según es firme) a solas las phenices, pues puede acontecer que a causa de la mudanza de las cosas en poco tiempo se tome, de la materia primera, a engendrar cualquier otro mixto, y aunque pueda cada cosa engendrarse y produzirse en diversos tiempos y de diversas materias, pero por ser todo subjecto a la fuerza del cielo se conserva la materia y tiempo con cierta y ordenada razón.

TOMO VI.

ESCRITOS VARIOS