CAPÍTULO VII


Que de la mayor o menor intensión de las cualidades se corrompen los elementos


Engéndranse y corrómpense los elementos de la mayor o menor intensión de las cuatro calidades, porque las cualidades de los elementos (como las magnitúdines, cuando se junta a otra), cuando sobreviene a la primera cualidad otra mayor intensión, se augmentan o por el contrario se disminuyen. Y como los elementos más altos sean más ralos, es necesario que tengan desigual grandeza, porque está observado, o por mejor dezir concluido por razón, contener los elementos que encierran, a los que se siguen luego tras ellos, más de 32 vezes, y algo menos que 33, y no estorba lo que se suele dezir, que se halla, de tierra al agua como también del aire al fuego, subdécupla proporción. Como si dixésemos que para engendrarse una onza de aire se requiere diez de fuego, porque se puede responder que hay entre los elementos décupla proporción porque se coligen en orbe, no en sphera, pero nosotros lo habernos de tal manera averiguado que se entienda que ha de haber aquella proporción si se coligen en sphera, no en orbe; desto se sacan muchas cosas contrarias. Como es que la proporción que está colegida deste mundo inferior a la tierra, a la proporción que está demostrada del diámetro de la tierra, se convence ser tripla. Porque cual es la proporción de los diámetros tal debe ser la de las spheras tres doblada. Y como hayan sentido los mathemáticos ser contenido 33 vezes casi que el diámetro de la tierra, del diámetro de toda la sphera, será excedida la grandeza de la tierra, de la magnitud de toda la sphera con proporción innumerable. Pero algo libremente nos havemos extendido; agora volvamos a nuestro intento.

TOMO VI.

ESCRITOS VARIOS