CAPÍTULO VIII


Del movimiento


Y como la naturaleza sea principio del movimiento y del reposo, no conoceremos antes la naturaleza que conozcamos qué cosa es el movimiento y la holganza. Luego todo lo que se contiene en el cielo y en la tierra, y finalmente en todo el mundo, o permanece en sus partes o se va pasando; aquello se dize constante y esto fluxible. Constante es como el hombre y la piedra, y fluxible como el tiempo y movimiento. El movimiento es una perfección que corre comenzada de la cosa que se mueve. Todo lo que se mueve o pasa espacio, como las cosas que mudan lugar o adquieren cuantidad, como las que se augmentan o disminuyen, o cualidad, como las que se calientan, entibian o enfrían o alcanzan otra cosa semejante, y porque todo movimiento es continuo, y las cosas continuas tienen potencialmente infinitas partes, terná también infinitas partes el movimiento. Por lo cual, las cosas que se dizen moverse se han movido y se moverán más, y ansí se suele dezir, bien a propósito, haver havido movimiento antes de cualquier movimiento, y haverle de haver porque las cosas que se adquieren con movimiento no se pueden adquirir con tiempo indivisible y por esto cualquiera cosa que se cree moverse, y haverse antes movido, es necesario que se mueva también después, y el movimiento que se dize haver sido ante todo movimiento se deve llamar primero, porque parece haver primero cesado, y el movimiento que se cree haver de ser después de todo movimiento se dize postrero porque ha de comenzar a la postre. Y aquellos movimientos son de un mismo género y de una misma especie cuyos fines y términos se encierran en un mismo género o especie.

Y para que sea uno el movimiento es necesario sea una misma cosa la que se mueve, y el tiempo en que se mueve continuo y la misma cosa movible, y, por el contrario, para que sea contrario o diverso, converná faltar alguna de aquestas cosas, que diximos requerirse y parecerán también diversos los movimientos curvos y rectos. Hay ansimismo otros que anotamos llamar reflexos los philósophos, porque éstos, a causa de comenzar de allí de adonde antes havían venido, se dizen muy bien reflexos. Por lo cual, intercediendo alguna holganza, no podrán ser continuos, y todo movimiento se compara a otro del mismo linage: como el recto al recto, y el circular al circular, igual o desigual, más ligero o más tardío, y por otros muchos géneros de comparación semejantes a éstos.

TOMO VI.

ESCRITOS VARIOS