CAPÍTULO CUARTO


De las cosas que deben tratarse después y del cúmulo de los años [Nota 288]


El día se contaba desde una media noche [SPR, I, 83.] hasta la siguiente (?); veinte días completaban un mes, excepto el último, al cual se le añadían otros cinco;291 el año constaba de trescientos sesenta y cinco días y seis horas, dividido en dieciocho meses, y el siglo o cúmulo, gavilla o atadura de años, de cincuenta y dos. Cuando se completaba éste, se hacía el fuego nuevo con dos maderos aptos para encenderlo, golpeados y frotados entre sí, porque ya no era lícito usar más del antiguo. Cada mes hacían sacrificios a cada uno de los dioses, y celebraban sus fiestas que se llamaban fijas, porque las movibles se regían por los veinte signos, según lo que había enseñado [SPR, I, 303.] Quetzalcóatl, venerado entre los principales dioses, y por los mismos decían que se presagiaba y se prometía la fortuna y el infortunio a los niños nacidos en aquel tiempo, de todo lo cual tendré que hablar dentro de poco más ampliamente. Era la costumbre referir cada año a uno de los cuatro puntos cardinales por orden, numerados trece, empezaban cuatro veces desde la unidad, hasta llegar al quincuagésimo segundo, que era el más célebre de todos, se llamaba el cúmulo, gavilla o atadura de los años y estaba consagrado a Xiuhteuhtli, dios del fuego. Encendían el fuego nuevo con dos renuevos de ciertos árboles, frotándolos de alguna manera especial, porque (como ya se dijo) no estaba permitido usar el anterior. Encuentro varias opiniones acerca del principio del año, pero la más aceptable es que comenzaba el [SPR, I, 84.] segundo día de febrero.292









291 Se trata de los 5 días nemontemi. El doctor Hernández, como se ve, dice que se agregaban al último mes. Sahagún, en el lib. II, cap. XIX (SPR, I, 111), dice que eran “baldíos” y que formaban parte independiente del calendario sin agregarse a ningún mes, y García Icazbalceta al hablar del códice de la Biblioteca Nacional (BMSXVI, p. 300, col. 1 in fine y col. 2) dice: “Baste con una sencilla descripción del calendario de nuestra Biblioteca. Guarda la misma disposición que el inserto en el libro II de la Historia; pero es diverso en la sustancia. En el impreso están los meses mexicanos por su orden, y se arregla a ellos la correspondencia castellana. En el manuscrito domina nuestro calendario y a él se sujeta el mexicano: así es que comienza por el día 11 del mes tititl, correspondiente al IV de enero. Ambos están conformes en cuanto a poner el principio del año mexicano en el IV de febrero; mas en el manuscrito hay la particularidad de que ‘por quitar las abusiones’ de los cinco días aciagos o nemontemi, le ocurrió a Sahagún repetirlos por los meses que le pareció, y contó veintiún días, en vez de veinte, en cada uno de los meses atlcahualo, tozoztontli, toxcatl, tecuilhuitontli y panquetzaliztli, con lo cual ya se echa de ver que desde la primera intercalación quedó cambiada la correspondencia. Así en el manuscrito el 1Q de enero corresponde al 11 tititl, y en el impreso al 14.

En todos los meses van anotadas las fiestas y sacrificios, aunque con mucha más concisión que la Historia. Al fin tiene en 5 fojas diez figuras de diez meses, que vienen a formar dos series separadas: la primera consta de las figuras de tlacaxipehualiztli, tozoztontli, hueytozoztli y toxcatl, faltan las de ocho meses y continúa la segunda serie con las de quecholli, panquetzaliztli, atemoztli, tititl, izcalli y quahuitlehua. Hay además otra foja con la figura de los nemontemi o días finales del año. Este calendario se escribió sin duda en 1585 y en todo caso después de 1584, porque se habla de la corrección gregoriana, que en México no se hizo el año de 1582, sino en el de 1584, por haberlo ordenado así el rey en cédula de 14 de mayo de 1583 {Col. de does, inéditos del Archivo de Indias, t. XVIII, p. 153}, lo cual dicho sea de paso, dio por resultado que los españoles de México y los de España vivieran durante dos años con diez días de diferencia”.

292 Nota de don José Fernando Ramírez (véase nota 179), op. cit., pp. 370, 371: “3? En el cap. 49 del libro 39 dice que los mexicanos contaban el día de la medianoche de un día a la del siguiente. Da en seguida toda la distribución del tiempo y concluye el cap. así: De anni initio varias hodie repetís sententias verum potior illarum secunda die februari docet inchoasse. Repite la especie en el cap. 6.”

TOMO VI.

ESCRITOS VARIOS