CAPITULO XXVII


Milagros, medicinas y prodigios de fuegos


Recibe el fuego las arenas, de las quales en unas partes se funde vidrio, en otras plata, en otras minio, en otras especies de plomo, en otras colores y en otras medicamentos. Con el fuego se buelven las piedras en cobre. Con el fuego se engendra el hierro y se doma; con el fuego, quemada la piedra, se haze cal con que se atan y ligan los cimienros en las casas. Algunas casas es provechoso que se quemen muchas vezes, y una misma materia engendra una cosa con los primeros fuegos, otra con los segundos y otra con los terceros. Quando la misma brasa empieza a tener fuerzas apagada y que se cree estar muerta, se haze de mayor virtud. Es el fuego una inmensa y poderosa parte de las cosas de Naturaleza, y en la qual hay duda si son más las cosas que consume o las que produze. Tiene también el fuego medicinal virtud, porque cosa es cierta que, para la pestilencia causada por la obscuridad del sol,1 aprovecha de muchas maneras con sahumerio el fuego. Empédocles y Hipócrates mostraron esto en diferentes lugares. Y para las convulsiones o contusiones de partes internas, como escrive M. Varrón, usaré de sus mismas palabras. La lix2 (dize) es ceniza del fuego, y de allí, bevida la legía, medicina los cuerpos lisiados, como se puede ver en los gladiadores, que, quando han peleado, se ayudan con esta bevida. Y el carbunco, especie de enfermedad con que poco ha mostramos haverse muerto dos varones consulares, con el carbón de encima molido con miel, se sana. Tan cierto que en las ‘cosas ya condenadas y que son tenidas por nada, hay algunos remedios, como se ve en el carbón y en la ceniza. No pasaré en silencio un exemplo famoso, en las letras romanas, de un fuego.3 Cuentan que, reynando Tarquino Prisco, repentinamente apareció en su fuego que salia de la ceniza un genital de hombre. Y una criada llamada Ocrisia, esclava de la reyna Tanaquil, que se havía sentado allí, se levantó preñada, y que así nació Servio Tullo, que sucedió en el reyno. Y durmiendo después en el Palacio Real, siendo muchacho, pareció que ardía su cabeza, y fue creído ser hijo del dios familiar de casa, y por esto fue el primero que instituyó las fiestas compitales y los juegos a los dioses lares o caseros.


EL INTERPRETE

1(La obscuridad del sol). Los eclipses. De 2(lix) lixivium y luxatio. 3(De un fuego). Celio; Rhodiginio; Livio; Ovidio en Fastos; Valerio Máximo.

TOMO Va. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2a