CAPITULO XIII


Del pompholigo y spodio y antispodio y difrige y del triente servilio


En las minas del cobre se halla también lo que llaman pompholigo y spodio.1 Tienen esta diferencia: que el pompholigo se prepara lavándose y el spodio no se lava. Algunos llamaron pompholigo a lo que es blanco y ligerísimo, y que era ceniza o pavesa del cobre y cadmia, y dizen que el spodio es más negro y más pesado, y que se rae de las paredes de las fornazas mezclado con las centellas y a vezes con los carbones. Este, recibiendo en sí vinagre, da olor de cobre y, si se roca con la lengua, horrible sabor. Es conviniente para los medicamentos de los ojos, porque aprovecha para qualquiera de sus males y para todas las cosas que el spodio. Sólo se diferencia en esto: que la virtud de éste es más deslavada. Y así se añade en los emplastos, en los quales se procura suave o moderada refrigeneración y desecación. Para todas las cosas es más provechoso el que se ha lavado con vino. El spodio cyprio es el mejor. Házese de cadmia y piedra de cobre, quando se derriten. Esto ligerísimameote, y muy presto se mueve con el viento y huela de las fornazas y se pega en los techos. Y diferénciase del hollín en la blancura. Lo que dello es menos blanco da señal de no estar bien quemada la hornaza: y esto llaman algunos pompholigo, pero lo que se halla más colorado tiene mayor virtud y fuerza, y de tal manera llaga que, si quando se lava entra en los ojos, los ciega. El spodio es de color de miel, en el qua! se entiende haver mucho de cobre. Pero qualquiera especie de esto se haze mejor y más provechoso lavándose: primero se purga o lava con una pluma, después con lavadura más gruesa y con los dedos se quita su aspereza. Es de moderada virtud lo que se lava con vino. Y también en la especie de vino hay alguna diferencia. Porque, lo que se lava con vino suave, se tiene por acomodado medicamento para los ojos fatigados demasiadamente con las vigilias. Lo mismo es más eficaz para las llagas que manan o las de la boca que tienen mucha humedad, y para todos los medicamentos que se preparan contra las gangrenas. Házese también en las hornazas de la plata el spodio que llaman laureoro. Pero afirman ser utilísimo el que se haze en los hornos de oro: y no hay otra parte en que muestren mayor admiración los ingenios humanos. Porque, para que no fuese necesario buscar los metales, hallo las mismas utilidades y provechos en cosas vilísimas.

Llaman antispodio a la ceniza de la higuera o del cabrahígo o de las hojas del mirtho, con los más tiernos pimpollos de sus ramos, o del azebuche o membrillo o lentisco. Házese también de moras por madurar, esto es, de las que están blancas secas al sol, o de los razimos de box o del pseudocípero o zarza o therebinto o enanthe. Hase hallado también que la ceniza del glutino, o cola para pegar, del toro o la de los lienzos quemados tiene la misma virtud. Quémanse todas estas cosas en vasos crudos de barro, metidos en los hornos hasta que los vasos queden bien cozidos.

Házese también el spegma en las oficinas del cobre, quando ya está derretido el cobre y bien cozido, añadiendo de nuevo carbón y encendiéndolo con los fuelles: y con el soplo vehemente, de repente se escupe y despide del cobre cierta paja. El suelo en que se ha de recebir ha de estar cubierto de paños o lienzos. Facilísimamente apartan désta la que en las mismas oficinas llaman los griegos diphrige, porque se quema dos vezes, cuyo origen es de tres maneras. Porque dizen que se haze de la piedra llamada pyrite, quemada en el fuego hasta quedar hecha tierra coxa. También se haze en Cypro del lodo de cierta cueva, seco primero y después poco a poco encendiendo al rededor sarmientos. De la tercera manera se haze en los hornos de cobre, de la hez que se asienta abaxo. Y hay esta diferencia: que el mismo cobre corre derritido a los vasos, la escoria échase fuera de los hornos, la flor nada encima y el diphrige queda abaxo sentado. Algunos dizen que los globos de piedra que se cuezen en las hornazas se pegan y juntan, y entre esto hierve el cobre, pero que ello no se cueze perfectamente sí no se pasa a otras hornazas, y que es un cierto nudo de la materia. Aquello que después de cozido queda abaxo, dizen que se llama diphrige. El provecho suyo en medicina es semejante al que hazen las cosas sobredichas: secar y consumir las excrecencias de carne y limpiar. Pruévase con la lengua, que con su tocamiento luego la seque y dexe sabor de cobre.

No dexaremos por dezir también otra cosa admirable del cobre. La familia de los Servilios, ilustre en los libros de los Anales, apacienta una moneda de metal llamada triente, con oro y con plata, y consume lo uno y lo otro. Su origen y su naturaleza no la he podido saber. Desto pondré las mismas palabras del viejo Mesala: “La familia de los Servilios tiene un triente sagrado, al qual con sumo cuidado y magnificencia hazen fiesta cada año: dizen haverse visto unas vezes crecer y otras menguar, y que déste toman significación de la honra o diminución de la familia.”


EL INTERPRETE

1(Spodio). Dioscórides, lib. 5, caps. 44 y 45; Mathiolo, en el mismo.

TOMO Va. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2a