CAPITULO X


Medicinas de la cadmia


Las minas del metal de cobre de muchas ma neras preparan medicina, y es cierto que allí todas las llagas se sanan prestísimo. Pero principalmente aprovecha la cadmia. Esta sin duda alguna se haze también en los hornos de la plata, más blanca y menos pesada, pero de ninguna suerte se puede comparar a la de cobre. Hay della muchas diferencias. Porque la misma piedra de que se haze el cobre se llama cadmia, necesaria para las fundiciones y inútil para las medicinas. Pónese esta piedra otra vez en los hornos, y recibe otro origen de su nombre. Y házese de la parte más delgada y sutil de la materia, despedida con las llamas y viento, y pegada en los huecos y Lados de las hornazas, según la cantidad de la parte leve que se levanta. Es delgadísima la que está en las mismas bocas de las hornazas, adonde andan luchando por salir las llamas, y ésta se llama capnitis: es muy requemada y semejante a la pavesa en la grande subtileza que tiene.

La de adentro es la mejor, que está pendiente de las cámaras o bóvedas, y por esta razón se llama botritis. Esta es más pesada que la primera y más liviana que las que se siguen. Hállase de dos colores: es peor la de color cenizo y mejor la que le tiene purpúreo, es fácil de moler y es utilísima para los medicamentos de los ojos. La tercera está en los lados de las hornazas, la qua! por su gravedad no pudo llegar a lo alto de las bóbedas. Esta se llama placitis y, como se prueva de su vista, más verdaderamente es costra que pómez. Por de dentro es varia, y es más provechosa para la sarna y lepra y para cicatrizar las llagas. Salen también de ella otras dos diferencias: la onichite, que por de fuera es casi verde y por de dentro semejante a las pintas o m:tnchas de jaspe. Y la ostracite, que es toda negra y la más sucia de todas y provechosa principalmente para las heridas. Pero qualquiera cadmia es mucho mejor de las hornazas de Cypro. Los médicos la cuezen otra vez con sólo carbón y, después de haverse convertido en ceniza, se apaga con vino ammíneo, la que se prepara para emplastos; y la que para sarna, con vinagre. Algunos, después de molida, la queman en ollas de barro y luego la lavan en morteros y después la secan. Nimphodoro quema la misma piedra más pesada y maziza en las brasas, y quemada la apaga con vino chío y la muele; luego la cierne con un lienzo y la muele en un mortero. Después la remoja en agua llovida y torna otra vez a moler lo que se asienta abajo, hasta quedar hecho semejante a albayalde, que no ofenda ni se sienta en los dientes. De la misma suerte lo haze Jolla: pero elige la piedra purísima y limpia. El efecto de la cadmia es secar, sanar, detener las fluxiones o corrimientos, limpiar las uñas y excrementos de los ojos,1 adelgazar las asperezas y hazer todo lo que diremos en los efectos del plomo. Y el mismo cobre se usa para todas las mismas cosas, y fuera desto para las nubes y cicatrices de los ojos. También, echado en leche, sana las llagas de los ojos, y los egipcios, a manera de colirio, lo muelen gastándolo con piedras de afilar. También, tomado en miel, provoca el vómito. Pero quémase el cobre cyprio en vasos de cierra crudos con igual cantidad de azufre, cerrada al rededor la boca sin que haya por donde respire y puestos en los hornos hasta que los mismos vasos queden muy cozidos. Algunos añaden también sal, otros alumbre, en lugar de azufre. Otros ninguna otra cosa, sino solamente lo rozían con vinagre. Después de quemado, se muele en almirez chebayco, lávase con agua llovida, moderadamente, y luego, añadiendo más agua, se torna a moler, y déxanlo que se asiente. Y esto hazen muchas vezes hasta quedar a manera de minio. Entonces, seco al sol, se guarda en una buxeta de cobre.


EL INTERPRETE

1(Las uñas de los ojos). {En griego,} ptherigion; [en latín,] ungula oculi. Es una excrecencia que empieza desde el ángulo del ojo, sobre la túnica adnata, y va cubriendo la niñeta.

TOMO Va. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2a