CAPITULO III


De los candeleros y ornamentos de los templos


Particularmente, labró la isla de Aegina solamente la superficie de los candeleros, como Taranto sus ástiles o colunas. En éstos pues está junta la loa de las oficinas, y no avergüenza comprarlos con salarios de tribunos de soldados,1 por parecer que el mismo nombre les fue impuesto de la lumbre de las candelas. El precio del candelero creció desea manera: Haviendo Gagania comprado un candelero por cincuenta sextercios, y haziendo ella misma ostentación de su compra, Clesipo, lavador de pafios, corcobado y, fuera deseo, de mala figura, por mandado de Theón, pregonero, para burla y risa, se desnudó y quedó en cueros a la luz del candelero. Gagania, no pudiendo resistir su luxuria, le recibió en la cama y después le hizo su heredero. Y viéndose muy rico Oesipo, reverenciava aquel candelero en lugar de Deidad divina. Y añidió esta fábula a los de Corinthio, pero vencidas sus costumbres con un noble sepulcro por el qua! durase eternamente sobre la tierra la memoria afrentosa de Gagania.

Pero siendo cierto no haver algunos candeleros corinthios, aquel nombre principalmente se celebra en éstos, porque la vitoria de Mummio verdaderamente destruyó a Corimbo y juntamente desperdició los metales de muchos pueblos de .Achaya. Los antiguos hizieron también los umbrales y puertas de los templos de cobre. Y hallo que Cneo Octavio, el qual rriumphó del rey Perseo haviéndole vencido en batalla naval, hizo un pórtico doble al Circo Flaminio, el qua! fue llamado Corinthio, de los capiteles de cobre que puso en las colunas. Y también le agradó cubrir el mismo templo de Vesta con una superficie siracusana. En el Pantheo puso Marco Agripa los capiteles de las colunas siracusanos. Y de la misma manera también la opulencia y riqueza particular se ha usurpado y mostrado con el mismo modo. Sp. Corbilio, qüestor, puso por acusación contra Camilo, entre otros delitos, que tenía las puertas de su casa cubiertas de cobre. Porque Lucio Pisón escrive que Cneo Manlio, haviendo vencido la Asia, fue el primero que truxo en su triumpho mesas grandes, llamadas triclinios,2 y aparadores y mesas pequeñas de un pie labradas de cobre año de la fundación de la ciudad quinientos y sesenta y siete. Y Andas dize que Lucio Craso, heredero de Lucio Craso, orador, vendió también muchos triclinios o mesas grandes labradas de cobre. También hizieron de cobre las vazías de tres pies, llamadas délphicas, porque principalmente se dedicavan y ofrecían para las ofrendas y dones de Apolo Délphico. También agradaron en los templos las lámparas pendientes, o luziendo a modo de árboles, que llevan manzanas, como es aquel que está en el templo de Apolo Palatino, el qual tomó Alexandro Magno en la expugnación de Tebas y le dedicó en Cirne al mismo dios.

Después pasó el arte vulgarmente en todas partes a hazer de metal estatuas de los dioses.


EL INTERPRETE

1(El salario de los tribunos de soldados). Fue un talento, que valía cincuenta sextercios, estimado cada uno por veinte y cinco escudos de los nuestros, de suerte que suma un talento mil y dozientos y cincuenta escudos. 2(Triclinios). La forma de los triclinios, en que comían recostados, pone Gerónimo Mercurial en el libro de Arte gimnástica.

TOMO Va. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2a