CAPITULO VI


De las ostras y púrpuras y ovas y los remedios que se toman dellas


Pero particularmente las ostras tienen virtud contra el veneno de la liebre marina. Y parece que no se podrá juzgar haver tratado suficientemente déstas, haviendo ya mucho tiempo que se les da la ventaja entre los manjares de las mesas. Huélganse con las aguas dulces y adonde entran muchos ríos: y por esto las que se crían en el piélago son pequeñas y raras. Pero engéndranse en Jugares pedregosos y que carecen de corriente de aguas dulces, como junto a Grynio y Myriaa. Crecen grandemente con el aumento de la Luna, como diximos tratando de la naturaleza de los pescados: pero particularmente cerca del principio del estío están muy preñadas de leche, y adonde el sol penetra los vados. Esta parece ser la causa de hallarse menores en otros lugares, porque la obscuridad impide y estorva su crecimiento y con la tristeza apetecen menos la comida. Diferéncianse ea los colores. En España son rubias. En Esclavonia morenas y en Circeos negras en la carne y conchas. Tiéoeose por las mejores en qualquiera provincia las mazizas, que por su saliva no sean lúbricas o resvaladizas, y antes se han de escoger que sean gruesas que anchas, y que no sean cogidas en cieno ni lugares arenosos, sino en vado firme, con el espondil corto, y no carnoso, ni orlado de hebras, sino que todo sea vientre. Añaden los más práticos esta señal: que rodee un purpúreo cabello las hebras, y con este argumento y prueva interpretan y declaran ser aquéllas las mejores, y llámanlas calibléphatas. Huélgaose también con la peregrinación y de ser mudadas a aguas no conocidas. Así se cree que las brund usianas, sustentadas en el lago Averno, retienen su jugo y que adoptan las del lago Lucriao. Estas cosas sean dichas de su cuerpo. Diremos también aora de sus naciones, para que no se les defraude su fama y gloria a las riberas; pero dirémoslo con agena lengua, la qua! en nuestra edad fue peritísima desea dotrina. Son pues palabras de Muciano las siguientes. Las ostras cicenas son mayores q ue las lucrinas, más dulces que las inglesas, más suaves que las édulas, más agrias que las lépticas,1 más llenas que las lucenses, más secas que las charipha ntenas, más tiernas que las istrianas, más blancas que las circeyenses, pero es cosa cierta no hallarse algunas ni más dulces ni más tiernas que éstas. En el mar Indico, escrivieron los autores de las cosas de Alexandro Magno que se hallan de grandeza de un pie. Y también entre nosotros no sé quién fue el inventor del nombre, que las llamó tridacnas, deseando dar a entender ser tan grandes que en cada una havía para tres bocados. La virtud que tienen en medicina se d irá toda en este lugar. Reparan únicamen te el estómago, curan los fastidios. La demasía y opulencia las añidió el frío, cubriéndolas de nieve, mezclando las alturas de los montes con la baxeza y profundidad de los mares. Ablandan livianamente el vientre, y las mismas, cozidas con mulso, libra n del tenesmo o pujo quando es sin llagas. También purgan y limpian las llagas de la bexiga. Cozidas en sus conchas, como vienen cerradas, aprovechan admirablemente a las distilaciones. La ceniza de la concha de las ostras mitiga la relaxación de la uba y las agallas, mezclada con miel. De la misma manera, desatada en agua, las parótidas, rumores planos, durezas de las tetas y llagas de la cabeza, y estiende y desarruga el cuero de las mugeres. También se esparce en las quemaduras, y agrada para limpiar los dientes. También, desatada en vinagre, cura la comezón y las erupciones de flegma. Pistadas crudas, sanan los lamparones y los sabañones de los pies. También las púrpuras aprovechan contra los venenos. Y Nicando escrive que la ova del mar es triaca. Hay della muchos géneros, como diximos: una, que tiene la hoja larga y más ancha, de color roxo, y otra que la tiene encrespada. Es loadísima la que nace en la isla de Creta, en piedras, junto a la tierra. Y también, para teñir las lanas, las pega de tal suerte el color que después no le pueden despedir ni quitar, y manda que se dé en vino.


EL INTERPRETE

1(Las lépticas). Lepte, tripol de Berbería.

TOMO Va. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2a