CAPITULO VII


De los géneros de sal y cómo se haze, y de sus medicinas y observaciones


Toda sal o se haze o se engendra, uno y otro de muchas maneras, pero las causas son dos: o porque el humor se congela o porque se seca. Sécase en el lago Tarentino con los soles del esdo, y todo él están que se convierte en sal, no muy hondo, que no excede su almra de a la rodilla. También en Sicilia, en un lago que se llama Cocánico, y en otro junto a Gela. Déstos solamente se secan las extremidades, como en Phrigia, Capadocia, Aspendi, donde se cueze más largamente, y hasta el medio lago. Otra cosa hay también en él admirable: que tanto como se le quita de día, tanto sube de noche. Toda esta sal es menuda, y no sea una en terrón. Otro género de sal se engendra de las aguas del mar por sí mismo, dexada la espuma en lo último de las riberas y en los peñascos. Esta toda se espesa y condensa con el rozío, y es más acre lo que se halla en los escollos o peñascos. Hay también fuera deseo tres naturales diferencias, porque en tierra de los bactros hay dos grandes lagos, uno hazia los scithas y otro hazia los arios, que en el estío están llenos de sal, como cerca de Cicio en Cipro y junto a Menfis, que lo sacan del lago y después lo secan al sol. También las superficies de los ríos se quajan, y densadas se hazen sal, corriendo lo demás del río como por debaxo de yelos, como cerca de las puertas Caspias aquellos que se llaman ríos de sal. También cerca de los mardos y armenios. Y fuera desto entre los bactros el río Ocho y el Oxo, que de los montes puestos junto a ellos llevan ramentos y pedazos de sal. Hay también en Africa lagos, y turbios, que llevan sal. También la hazen algunas fuentes cálidas, como la de Pagaseo. Y esto baste quanto a las diferencias de sal que espontáneamente se hazen de las aguas.

Hay también montes naturalmente formados de sal, como en Indias el oromeno, en el qual como en canteras se corta y renace, y sacan dello más renta los reyes que del oro y de las perlas. También se saca cavado de la tierra, como es manifiesto en Capadocia, densado el humor, porque allí se corta a manera de piedras de espejos. Son los terrones de gran peso, a los quales llama el vulgo migajas. En Charri, pueblo de Arabia, hazen los muros y casas de masa de sal, y con el agua se aúnan y asen como hierro, y hallolo el rey Ptolomeo plantando sus reales junto a Pelusio, con cuyo exemplo después entre el Egipto y la Arabia {sic}. Y también por los sitios calurosos {y} desiertos comenzó a hallarse quitadas las arenas, como también por los lugares secos de Africa, hasta el Oráculo de Hamón. Esta sal, es cierto que crece de noche con la Luna, y la Provincia Cirenayca se ennoblece con la misma sal, llamada también hamoniaco, porque se halla debaxo de sus arenas. Es semejante en el color al alumbre, que llaman schiston, tiene largas lanchas y no muy lustrosas, de ingrato sabor, pero útil a la medicina. Apruévase el que es muy transparente y tiene derechas scisuras. Cuéntase dél una cosa insigne, que siendo ligerísimo dentro de sus concavidades y cuevas, sacado a la luz del sol se haze pesado, con peso apenas creýble. La causa desto es evidente, porque el espíritu húmedo de las cavernas ayuda a los que lo sacan, como ayudan las aguas. Adultérase con la sal siciliana, a la qual llamamos cocánica, y también con el de Cipro, que le es admirablemente semejante. También en Egelaste, en la España citerior, se corta en lanchas casi transparentes, y mucho tiempo ha ya que entre todos los géneros de sal dan a ésta muchos médicos la palma, por aventajada. Todo lugar en que se halla sal es estéril, y no engendra cosa alguna. Y, finalmente, qualquiera sal que nace espontáneamente está entre éstas.

De la sal artificial hay muchas diferencias. El vulgar y copiosísimo se haze en salinas, entrando en ellas agua del mar, no sin riegos de agua dulce, pero ayudando grandísimamente la lluvia y sobre todo mucho sol, que de otra suerte no se seca.1 Africa, cerca de Utica, junta montones de sal, que parecen altos collados, los quales, quando se han endurezido con el sol y luna, ningún humor o agua los deshaze o pone líquidos, y aun apenas se pueden cortar con hierro. Pero en Candía se haze también sin riegos de agua dulce, metiendo en las salinas sola el agua del mar. Y cerca de Egipto corriendo el agua del mismo mar por la tierra (como yo creo) jugosa con el Nilo. Házese también de pozos2 echando su agua en las salinas. En Babilonia, la primera condensación se espesa hecha un betún líquido, semejante a azeyte, del qua! usan también en los candiles, y quitado esto queda debaxo la sal. Y también en Capadocia echan agua de pozos y fuentes en las salinas. En Chaonia cuezen el agua de una fuente y enfriándola hazen sal, pero floxa y no blanca. En Francia y en Alemania echan el agua salada sobre leña ardiendo. En alguna parte de España la sacan de pozos, y llámanla muria. También aquéllos entienden ser de importancia elegir la leña. La encina es la mejor porque con su ceniza sola por sí da virtud de sal. En otras partes loan el corilo, y así, infundida sobre el agua salada, se buelve también en sal el carbón. Qualquiera sal que se haze con leña es negra. Hallo en Teophrasto que los pueblos imbrios acostumbravan cozer la ceniza de cañas y juncos en agua, hasta tanto que dexavan muy poco humor. Fuera desto, también se torna a cozer la salmuera de las cosas que se han salado y, consumido otra vez el licor, buelve a su naturaleza. Vulgarmente es sabrosísima de salmuera de Menas. De las sales del mar es loadísima la de Salamina de Cipro; pero de estanques la de Taranto y de Phrigia, la qual se llama sal tarea. Estas dos son útiles para los ojos; pero la de Capadocia, que se trae en ladrillos, dizen que haze lustroso el cuero del rostro, pero más le estiende aquella que llamamos cittiea. Y por esto las mugeres, después de haver parido, se unran con ella y con melanthio el vientre. Es saladísima la sal que es sequísima. La más suave de quantas hay es la tarentina, y junto con esto es blanquísima, y siempre la más blanca es más frágil y fácil de moler. Qualquiera sal se endulza con la lluvia. Pero los rozíos la hazen más suave y más copiosa los ayres de aquilón; con austro no nace. La flor de sal no se haze sino con cierzos. Es el fuego, ni haze estruendo ni salta la tragasea ni la acanthia, llamada así del lugar donde nace, ni la espuma o raeduras o polvo de alguna sal. La agrigentina sufre el fuego y salta del agua.

Tienen también diferencias de colores. En Merophi es colorada y cerca de Oxurubio y en Centeripo de color de púrpura; junto a Gela, en la misma Sicilia, es de tanto resplandor que recibe en sí las imágenes, como en espejo. En Capadocia se cava de color azafranado, transparente y olorosísima. Para uso de medicina alabavan mucho los antiguos la sal tarentina, y después désta qualquiera de las marinas y desee género principalmente la espumosa. Y para los ojos de los jumentos y bueyes la tragasea y bética. Para los guisados y viandas es más útil qualquiera que fácilmente se deshaze y liqua. También la más húmeda, porque tienen menor amargura, como la ática y de Euboea. Para conservar las carnes es más acomodada la acre y seca, como la megárica. Consérvase también mezclada con olores y suple, en lugar de condimentos, moviendo y despertando el apetito en todos los manjares, de suerte que para todos los guisados y salsas se percibe el gusto particular de la sal; y así comiendo se busca el garo o salsa. Fuera desto, también los ganados menores y mayores y jumentos, con sal, se solicitan grandemente para el pasto, dando con ello más abundancia de leche y más agradable gusto en el queso. Y así, es cierto que sin la sal no puede pasar tan humanamente la vida del hombre, y es tan necesario elemento que le ha pasado también el entendimiento a los plazeres del ánimo, y así se llaman sales, y qualquier gracia o donayre y suma alegría de la vida y descanso de los trabajos con ningún otro vocablo se declara más ni se da a entender mejor. También se interpone en los premios y honores de la milicia, llamados de aquí salarios, con grande autoridad entre los antiguos, como parece del nombre de la vía Salaria, llamada así porque se acostumbró llevar por ella a los Sabinos la sal. Anco Marcio, rey, hizo merced y dio en don al pueblo seis mil modios de sal, y fue el primero que instituyó las salinas. Varrón escrive también que los antiguos usaron de la sal en lugar de manjar delicado, porque haver comido sal con pan y queso, se dize por adagio o proverbio. Pero principalmente se entiende su autoridad en los sacrificios porque ninguno se haze sin mola3 salada. La sinceridad de las salinas hizo su mayor diferencia con una pavesa de sal, que es della la parte ligerísima y blanquísima.

Llámase también flor de sal un rozío en todo diferente y de más húmeda naturaleza y de color azafranado o roxo, como moho de la sal, y de ingrato olor como de garo, diferente no sólo de la espuma sino de la sal. Esta halló Egipto y parece ser traída por el Nilo, y nada sobre algunas fuentes. Es desto lo mejor aquello que da de sí cierra grasa de azeite. Porque también, para que nos admire, hay en la sal gordura, pero adultérase y tíñese con tierra roxa o muchas vezes con teja molida; pero este afeyte se conoce con agua, quitando el color postizo, porque el verdadero no se disuelve si no con azeite, y los que hazen ungüentos usan grandemente desto por el color. La canicie o moho áspero está en los vasos en la parte alta y la parte de enmedio es más húmeda, como diximos. La naturaleza de la flor de sal es áspera, caliente, inútil al estómago. Mueve sudor, ablanda el vientre en vino y en agua, es provechosa a los medicamentos que se hazen para quitar el cansancio y para los que limpian el cuerpo. Quita también eficacísimamente los pelos de las pestañas. Las hezes de lo hondo se menean y baten para que buelvan a tomar el color cróceo de azafrán. También, fuera deseas cosas, se llama otra en las salinas salsugo, y de otros salsílago, toda líquida, más salada que la agua marina, pero diferente en fuerza. También hay otro género de licor exquisito, al qual llamaron garo, hecho con los intestinos de los peces y con las demás cosas dellos que se havían de arrojar, maceradas con sal, de suerte que es aquella sangraza de las partes que se podrecen. Esto se hazía antiguamente de un pescado a quien los griegos llamavan garo. El perfume con la cabeza déste quemada expele las pares detenidas.


EL INTERPRETE

1(No se seca). Como se ven en España en las salinas de Atienza. 2(Házese también de pozos) . En Espartinas, juridición de Ciempozuelos, se haze de agua de fuentes y pozos, mezclada con la de lluvias, secándose en el estío con el sol en presones y heras, donde se destribuye, pero la de presones, por no tomar nada de tierra, es mejor y más blanca. 3(Mola). Era de farro tostado mezclado con sal.

TOMO Va. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2a