CAPITULO II


De la diferencia de las aguas, y dozientas y sesenta y seis medicinas y observaciones dellas


Saltan fuera benignamente las aguas, y en muchas cierras a cada paso, en unas panes frías, en otras calientes, en otras juntas1 como salen en los Tarbelos, pueblos de Gascuña, y en los montes Perineos, que se apartan con poca distancia. En otras partes salen unas tibias y otras heladas, dando remedio a las enfermedades. Y siendo tamos los animales, solamente brotan y salen fuera por beneficio de los hombres. Con varios nombres aumentan el número de los Dioses, y edifican y pueblan ciudades, como Puteolos2 en Tierra de Labor y Statiela en Liguria y Sextias3 en la provincia de Narbona. Pero en ninguna paree más largamente que en el golfo Bayano, ni con más diferencias de remedios. Unas son de azufre, otras de alumbre, otras de sal, otras de nitro, otras de bitumen y algunas también con mistura azeda y salada. También aprovechan algunas con el mismo vapor y tienen tanta fuerza que calientan los baños y hazen hervir el agua fría en los vasos, las quales en Bayano se llaman Posidianas, tomado el nombre de un liberto de Claudio César. Estas cuezen también los manjares. Vaporean también en el mismo mar las que fueron de Licinio Craso, y en medio de sus olas hay alguna cosa provechosa para la salud. Ya generalmente son útiles a los nervios o a los pies o a las caderas; otras aprovechan a las lisiones y fracturas, vazían el vientre, sanan las llagas, curan particularmente la cabeza y oídos. Pero los ojos, las aguas ciceronianas. Hay una alquería o granja digna de memoria, puesta a la ribera como van del lago Aberno a Pureolos, celebrada por su pórtico y jardines, a la qual llamava Marco Cicerón Academia, a exemplo de las de Athenas, haviendo compuesto allí los libros del mismo nombre, en la qual tenía edificado para sí un monumento, como si no le huviera ya hecho en toda la redondez de la tierra. En la primera parte desta granja, poco tiempo después de su muerte, poseyéndola Antiscio Vétero, salieron manando con ímpetu fuentes calientes saludables a los ojos, celebradas con los versos de Laurea Tulio, que fue de sus libertos, para que también de aquella magestad se conozca de todo punto su ministerio. Pondré sus versos, dignos de leerse, no solamente allí, sino en todas partes. En el lugar, oh protector clarísimo,/ de la romana lengua donde estuvo/ tu selva verde y levantada granja,/ celebrada con nombre de Academia,/ con más adorno la repara hoy Vétero:/ aquí aparecen fuentes nunca halladas,/ que ayudan a la flaca y débil vista/ infundido en los ojos su rozio./ Dio a Cicerón esta honra el lugar mismo,/ quando con tal virtud descubrió fuentes:/ para que, pues se lee por todo el mundo,/ haya más aguas que los ojos curen. En la misma región de Campania o Tierra de Labor se dize que las aguas de Sesa quitan la esterilidad de las mugeres y la locura de los hombres, y que en la isla de Ischia4 cura los enfermos de piedra, y la que se llama Azidula, que nace quacro mil pasos de Teanos Sidicino, ésta es fría, y en Stabiano la que se llama Dimidia, y en Venafrano el agua de la n1eme Azidula. lo mismo acontece a los que beven en el lago Velino y en una fuente de Siria junto al monte Tauro, según escrive Marco Varrón, y en el río Gallo de Phrigia, como escrive Calímacho. Pero allí es necesario que haya moderación en el bever, para que no haga a los hombres furiosos, lo qual dize Ctesias que sucede en Ethiopía a aquellos que beven en la fuente Bermeja. Junto a Roma5 curan a los heridos las aguas de Albula; son éstas muy frías, pero las Cutilias6 en tierra de los Sabinos son heladísirnas, y entran por los cuerpos con cierta succión que parece ir mordiendo: son aptísirnas para el estómago, nervios y todo el cuerpo. La fuente de los Thespias haze concebir a las mugeres. También, en Arcadia, el río Elato. Pero la fuente Lino, en la misma Arcadia, conserva la criatura concebida y no dexa que suceda aborto. Al contrario, hay un río en Pyrrhea, el qual se llama Aphrodisio, que haze a las mugeres estériles. El lago Alphión quita los albarazos. Varrón escrive que cierro hombre llamado Tirio, que murió siendo pretor, tenía el rostro como hecho de mármol por causa deste mal. El Cydno, río de Cilicia, cura la gota de los pies, como parece en la carta de Casio Parmense, escrita a Marco Amonio. Al contrario, por culpa de las aguas, en Trecene padecen todos mal en los pies. Tungri, ciudad de Francia, tiene una fuente insigne, con muchas ampollas como estrellas, de sabor de hierro, lo qual no se percibe sino quando se acaba de bever. El agua de esta fuenre purga el cuerpo. Resuelve las calenturas, tercianas, y los males de piedra. La misma agua, llegada al fuego, se enturbia y a la postre roxea. Las fuentes Leucogeas, entre Puteolos y Nápoles, curan los ojos y heridas. Cicerón puso entre las cosas admirables que solamente en las lagunas Reatinas se enduren las uñas de todos los jumentos. Eudico dize que en Hesticótide hay dos fuentes, una llamada Cerone, de la qual beviendo las ovejas se hazen negras, y otra llamada Mella, con cuya agua se hazen blancas, y beviendo de entrambas se hazen variadas de blanco y negro. Teophrasto escrive que, en tierra de los thurios, el río Chrato haze blancos a los bueyes y ganados ovejunos, y el río Síbari los haze negros. Y dize más, que Jos hombres también sienten esta diferencia. Porque los que beven del Síbari son más negros y más duros y tienen el cabello crespo, y los que beven del Cráthide son blancos y más muelles, y con el cabello largo y liso. También en Macedonia, los que quieren que les nazcan los animales blancos los llevan al río Aliacmón. Y los que quieren que sean negros o fuscos, al Axio. El mismo dize que en algunas partes nacen todas las cosas negras y también las mieses, como en tierra de los mesapios. Pero que en una fuen te de Arcadia, llamada Lusis, viven y andan ratones de la tierra. En Erithre, el río Aleos engendra pelo en los cuerpos. En Beocia, junto al río Orchomeno, hay dos f uentes dedicadas al dios Trophonio, de las quales la una da memoria y la otra olvido, y de aquí las dieron el nombre.

En Cilicia, junto a un pueblo llamado Cresco, corre el río Nus, y escrive Marco Varrón que se hazen más suriles los sent idos de aquellos que beven sus aguas. Y que en la isla de Cea hay una fuente con la qual se entorpecen. Y en Africa la fuente de Zama, con cuya agua se hazen las vozes suaves y canoras, y que a aquellos que beven del lago Clitorio los haze aborrecer el vino. Pero Eudoxo y Teopompo dizen que se embriagan beviendo destas fuentes que hemos dicho. Muciano escrive que en Andria corre vino de la fuente de Baco, en siete días estatuidos para fiestas de aquel dios, y que, quitado de la vista del Templo, se buelve su sabor en agua. Policlito dize que, junto a Solos de Cilicia, hay una fuente cuya agua se gasta en lugar de azeite. Teophrasto dize que se haze esto mismo e n Ethiopía con una fuente de la misma virtud. Licos afirma que hay una fuente en tierras de la India con cuya agua arden los candiles. Lo mismo se cuenta que hay en los pueblos ecbatanos. Teopompo dize haver un lago en Scotusa que cura las heridas. Juba haze relación de un lago, en tierra de los trogloditas, llamado Insa no por su fuerza y virtud maléfica, el qual tres vezes al día se haze amargo y salado, y después dulce, y otras tantas también de noche, y que está lleno de serpientes blancas de veinte’codos de largo. El mismo dize que en Arabia sale una fuente con ta n grande ímpetu, que cualquier cosa por pesada que sea, echada dentro, la despide y buelve arriba. Teophrasto escrive que la fuente de Marsia, en Phrigia, junco a la ciudad de Celene, echa fuera las piedras. No lexos della hay dos fuentes, Cleón y Gelón, llamadas así de nombres griegos, por su efeto. La fuente de Cizico se llama de Cupido, y los que beven della, cree Muciano que pierden el amor. En Cranone hay una fuente caliente no de sumo fervor, cuya agua echada en el vino guarda por tres días el calor de la bevida en los vasos. Hay también en Alemania, de la otra parte del Rheno;7 las fuentes Matiacas, calientes, y el potage o caldo hecho dellas hierve tres días. Y alrededor de sus márgenes hazen piedra pómez sus aguas. Y si alguno piensa que alguna cosa déstas carece de fe, entienda que en ninguna parte de naruraleza hay mayores maravillas. Aunque entre los principios desta obra abundantemente contamos muchas. Ctesias escrive que en Indias se llama Side un estanque en el qua! ninguna cosa nada encima de sus aguas, todas se van a lo hondo. Celio dize que, entre nosotros en Italia, en el lago Averno aun las hojas se sumen abaxo. Varrón dize que las aves que buelan por encima se mueren. Al contrario, en un lago de Africa lla mado Apuscida no, nadan todas las cosas encima y ninguna cosa se sume abaxo. También en la fuente Phinria de Sicilia, como escrive Apión, y en el lago de los medos, y en el pozo de Saturno. La fuente de Limira suele pasarse a los Jugares vezinos, pronost icando alguna novedad, y es cosa admirable que pasa con los peces. Déstos piden respuestas los habitadores de aquella tierra, por señales que dan con el cebo: si le arrebatan, otorgan, pero si le aparcan de sí con la cola, niegan el suceso de lo que desean. El río Olachas, en Bithinia, baña a Briazo (este nombre tiene el Templo y el dios) , en la corriente del qua! se nota que los perjuros padecen como una llama que abrasa. Y en Cantabria, las fuentes Thamáricas se tienen en agüeros. Estas son tres, distantes ocho pies una de otra, y, junta su corriente, hazen caudaloso río. Sécanse cada día doze vezes, y algún tiempo veinte vezes, sin sospecha alguna del agua, porque está vezina a ellas una fuente copiosa sin intermisión. Cosa es infeliz no correr quando algunos las quieren ver. Como le sucedió poco tiempo ha a Lardo Licinio, legado, siete días después de haver sido pretor.8 En Judea hay un río que se seca todos los sábados. Al contrario, hay otros milagrosos efetos infelices. Ctesias escrive haber una fuente en Armenia en que se crían unos peces negros que, comidos, matan luego a quien los come; lo qua! he oído dezir que sucede también cerca del nacimiento del Danubio, hasta llegar a una fuente que está opuesta a su corriente, adonde se acaba este género de peces. Y por esto se entiende por fama ser allí la cabeza de aquel río. Esto mismo cuentan que se ve en Lidia, en el estanque de las nimphas. En Arcadia, junto a Pheneo, corre de unas piedras una agua llamada Stixe, que luego mata, como diximos. Y Teophrasto dize que hay en ella unos peces pequeños, que también son morrales a quien los come, lo qua! no sucede en otra de las fuentes mortíferas. Theopompo dize que también en Thracia, junto a Cychros, hay aguas que matan. Y Lico afirma que en tierra de los leontinos, si alguno las beve, muere al tercero día. Varrón afirma haver una fuente junto a Soracte que tiene quatro pies de ancho, y que quando sale el Sol se mueve, como hirviendo, y las aves que la gustan quedan junto a ella muertas. También tienen una condición engañosa, que algunas con su vista combidan y mueven a que las bevan, como junto a Nonacri de Arcadia, que de ninguna manera atemorizan con muestra de mala calidad. Esta entienden ser dañosa con excesivo frío, porque corriendo la misma agua se convierte en piedra. De otra manera sucede junto a la Tempe de Thesalia, que sólo la vista de su agua causa terror y espanto a qualquiera que la ve, y dizen que el cobre y el hierro se carcome y roe con aquella agua. Va corriendo (como diximos) por corto espacio, y es cosa admirable que una siliqua silvestre rodea con sus raízes aquella fuente florida, siempre con flores purpúreas. Y cierta yerva de su género tiene siempre verdes los labios y márgenes de la fuente. En Macedonia, no lexos del sepulcro del poeta Eurípides, corren dos arroyos, uno de agua muy saludable y otro que la tiene mortífera. En tierra de los perperenos hay una fuente, la qual por donde quiera que corre convierte la tierra en piedra. También en Delio de Euboea hay otra de agua caliente, y un río que haze crecer en alto las piedras que baña. En tierra de los eurimenos, las coronas o guirnaldas que echan en una fuente se hazen piedras. En los Colosos hay un río que, echados los ladrillos a él, los sacan convertidos en piedras. En Scirética, mina de donde sacan metal, todos los árboles que son bañados del río se ha zen piedras con sus ramas. Y también las gotas que se distilan en las cuevas Coricias se endurecen hechas piedras. Y las de Mieza, en Macedonia, se convierten también en piedra pendientes en las mismas cámaras; pero en Coryco, quando han caydo. En algunas cuevas sucede de una y de otra manera, y se bazen colunas como en Pbausia de Chersoneso, en la cueva grande de los de Rodas, formándose también de diversos colores. Y contentémonos basta aquí con exemplos.


EL INTERPRETE

1(Juntas). Otros leen untuosas y no juntas, como corrigió Hermolao. 2(Puteolos). Hoy Púzol. 3(Sextias) . Hoy Asaix. 4(Ischia). {Hoy} Aenaria. 5(Junto a Roma). En la vía Tiburtina. Vitruvio, Marcial, Itur ad Herculei gelidas qua tiburis arces, canaque sulphureis Albula fumat aquis.

6(Cutilias). Strabón, cotiscolias. 7(De la otra parte del Rheno). Aora vulgarmente Baden. 8(Siete días después de haver sido pretor). Otros leen que después de siete días murió.

TOMO Va. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2a