CAPITULO I


{Cosas admirables de las aguas}


Síguense los beneficios, en medicina, de los pescados, no dexando de obrar también en ellos el autor y artífice Naturaleza, y exercitando sus no cansadas fuerzas por las aguas y ondas y por las recíprocas crecientes y menguantes del mar y arrebatadas corrientes de los ríos, que si queremos confesar la verdad, en ninguna parte se muestra con mayor poder. Porque este elemento señorea con imperio a todos los demás. Las aguas se tragan las tierras, matan las llamas, suben y trepan a lo alto y usurpan por suyo el cielo, y con oposición de sus nubes ahogan el vital espíritu.1 ¿Qué causa despide los rayos, discordando el mismo mundo consigo? ¿Qué cosa puede ser más admirable, que estar en el ayre las aguas? Pero ellas, como si fuese poco haver llegado a tanta altura, arrebatan y suben consigo vandas y compañías de peces, y muchas vezes también suben a lo alto piedras llevando pesos agenos. Las mismas aguas, cayendo, se hazen causa de todas las cosas que nacen en la tierra con admirable naturaleza, si alguno se pone a considerar cómo se engendran las mieses, cómo viven los árboles y las matas, subir las aguas al cielo y traer de allá alma viral a las yerv.ls justamente se deve confesar que también todas las fuerzas de la tierra son por beneficio del agua. Por lo qua! ante todas cosas pondremos exemplos de su potencia y virtudes. Porque, contarlas todas, ¿quién podrá de los mortales?


EL INTERPRETE

1(Ahogan el vital espíritu). Escurecen la luz del Sol.

TOMO Va. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2a