CAPITULO VII


Remedios para los que padecen disenterías y males del vientre


Las entrecorvas del ganado ovejuno, cozidas con simiente de lino y bevidas en agua, recrean a los que padecen disenterías. El queso añejo de ovejas, su sebo cozido en vino tinto astringente. Esto también cura el dolor de la hijada y la tos antigua. El estelión transmarino, quitados los intestinos, cabeza, pies y cuero, cozido y tomado en manjar. Dos caracoles con un huevo, triturado uno y otro con sus cubiertas y en un vaso, añadida sal y dos ciathos de vino paso o de zumo de palmas, y de agua tres ciathos, hervido y dado a bever. Aprovechan también quemados, de suerte que su ceniza se beva en vino, añadida muy poca cantidad de resina. Caracoles desnudos, de los quales ya diximos se hallan principalmente en Africa, son utilísimos para las disenterías, quemados cinco con peso de medio denario de acacia, y desta ceniza se dan dos codeados en vino mirtino o en otro qualquiera astringente, con igual cantidad de agua caliente. Algunos usan de todos los caracoles africanos desta manera. Otros infunden otros tanros caracoles africanos o antes eligen los anchos. Y si la fluxión es mayor, añaden acacia, tanto como una hava. La membrana o senectud despedida de las culebras se cueze en un vaso de estaño con azeite rosado pata las disenterías y tenesmos. O si se cueze en otro vaso se haze linimento con estaño. El caldo de gallo cura las mismas pasiones. Pero con más vehemencia y rigor siendo de gallo viejo. El caldo salado m ueve el vientre. La membrana de Las gallinas, tostada y dada en azeite y sal, ablanda y mitiga los dolores de la celiaca: pero conviene haverse a bstenido antes la gallina y el hombre de tomar alimento. También el estiércol de palomas, tostado y bevido. La carne de la paloma montés cozida en vinagre cura las disenter ías y celiacas. El zorzal asado con vayas de mirtho, las disenterías; también las mierlas {y} la miel en que se hayan muerto abejas, cocida. Gravísimo mal es el que se llama íleos. A éste dizen q ue se resiste con la sangre del murciélago despedazado, y también poniéndole por linimento en el vientre. También el caracol templado, como diximos en los suspiriosos, detiene el vientre. También la ceniza de los caracoles quemados vivos, bevida en vino astringente. El hígado de pollos de gallinas, asado con la membrana de la molleja, que suele arrojarse seca, y mezclado zumo de adormideras. Otros, siendo reciente, la cuestan para bebella en vino. El caldo de perdizes y la mollejuela o ventrículo, solo por sí, triturado en vino tinto. También la paloma brava o montesina cozida en posca. El bazo de oveja, tostado y pistado en vino. El estiércol de palomas, hecho linimento con miel. El vientre del quebrantahuesos, seco y bevido, es utilísimo para aquellos que no cuezen la comida, o solamente teniéndole en La mano mientras comen. Algunos por esta causa Le ponen ligado al estómago, pero no deven continuarlo porque haze enflaquezer. También detiene el vientre la sangre de las ánades machos. El manjar de caracoles resuelve las inflaciones. El bazo de ovejas, tostado y bevido en vino, sana los torcijones; y el palomo bravo, cozido en posca, y los vencejos en vino {y} la ceniza de la ibis quemada sin plumas, bevida. Fuera desto es cosa admirable lo que se dize suceder en los torcijones: que aplicada una á nade al vientre, se pasa a ella la enfermedad y se muere la ánade. También se curan los torcijones con miel cozida en que se hayan muerto abejas. El mal de cólica se sana eficacísimamente con la cogujada, asada y comida. Algunos la manda n quemar con sus plumas en un vaso nuevo y molerla hasta hazerla polvo, y beverla en agua por quatro días, cada vez tres coclearias. Algunos manda n ligar su corazón entre los muslos. Otros que se trague reciente, con su calor natural. Hay una casa consular de los Asprenatos, en la qual uno de los herma nos fue libre del dolor cólico comiendo esta ave y trayendo su corazón encerrado en una manilla de oro. El otro, haviendo hecho un templillo con ladrillos crudos en forma de horno y, en acabando de hazer el sacrificio, dexa cerrado aquel templillo. Tiene el quebrantahuesos un intestino de admirable naturaleza, que consume todo quanto traga. La última parte déste, ligada al vientre, es cierto aprovechar contra el dolor cólico.

Hay enfermedades ocultas de las partes internas, de las quales se dizen cosas admirables. Si los perrillos, antes que vean, se aplican por tres días, principalmente al estómago y al pecho, y reciben succión de leche de la boca del enfermo, pasa a ellos la fuerza de la enfermedad y finalmente se mueren, y abiertos se muestran datas las causas del mal; y muertos estos animales, dizen que se deven enterrar cubriéndolos de tierra. Dizen los magos que, tocando el vientre con sangre de murciélago, se libran por todo un año deste dolor. O si, estando con él alguno, tiene sufrimiento para bever el agua que corre por los pies.1


EL INTERPRETE

1(Que corre por los pies). Plinio, lib. 28, cap. 4 : quando se lavan los pies suzios, aquel agua es loada para la ceguera, como aquí para el dolor cólico.

TOMO Va. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2a