CAPITULO V


Parte los lamparones ulcerados y para los dolores de los hombros y partes internas


A los lamparones exulcerados aprovecha la sangre de la comadreja y ella misma cozida en vino, pero no la ponen sobre los que están cortados. También dizen que tomada en el manjar haze el mismo efeto o, baviéndola quemado con sarmientos, juntan a su ceniza enjundia añeja. El lagarto verde ligado encima, y pasados treinta días conviene ligar otro. Algunos guardan su corazón en un vaso de plata. Para los lamparones antiguos de las mugeres se ponen por linimento caracoles pistados con su concha, principalmente aquellos que están asidos a las matas espesas. También se pone sobre ellos la ceniza de los áspides con sebo de toro y la enjundia de culebra mezclada con azeite. También la ceniza de culebras hecha linimento, con azeite o con cera. También aprovecha contra los lamparones comer lo de comedio de las culebras1 quitados los últimos miembros de una parte y de otra, o bever la ceniza de las que se han quemado desta suerte en un vaso de barro nuevo, y mucho más eficazmente de las que han muerto entre las dos rodadas del carro. También persuaden que apliquen por linimento el grillo, cavado con su tierra. También el estiércol de palomas, por sí o con harina de cevada o de avena, desatado en vinagre, y poner por linimento la ceniza del topo con miel. Otros aplican por linimento su mismo hígado deshecho entre las manos, y no lo lavan en tres días. También afirman ser remedio para los lamparones su pie derecho. Otros corean la cabeza y, pistada con la tierra que han movido los copos, lo hazen pastillas y guárdanlas en una buxeta o caxilla de estaño, y usan dellas para todas las hinchazones y para las que llaman apostemas y tumores que se hazen en la cerviz, y entonces vedan el comer carne de puerco. Llámaose toros unos escaravajos terrestres semejantes al rezno;2 diéronlos este nombre los cueroezillos que tienen. Otros los llaman piojos de la tierra. También la tierra que éstos cavan la hazen linimento para los lamparones y otros semejantes vicios y para la gota de los pies, y no lo lavan en tres días, y aprovecha esta medicina por un año. Y todas las virtudes que contamos haver en los grillos, todas las atribuyen también a estos animales. Algunos usan también de la tierra sacada así de las hormigas; otros aplican ligados otros tantos gusanos de la tierra, como son los lamparones, y juntamente con ellos se secan. Otros cerca del nacimiento de la Canícula cortan, como diximos, las extremidades de una vívora, y luego queman lo de comedio y dan a bever aquella ceniza veinte y un días, quanto se puede asir con tres dedos, y así curan los lamparones. Algunos los atan al rededor con un hilo de lino, con el qualatada una vívora por el cuello haya estado colgada hasta perder la vida. También usan del cientopiés, añadiendo la quarta parte de resina de terebinto, con el qual medicamento mandan curar todos los apostemas. Los do! res del hombro cura la ceniza de la comadreja, con cera. Para que las mexillas no sean vellosas aprovecha fricarlas a los muchachos con huevos de hormigas. También los que venden esclavos, para que salga más tarde el pelo a los que tienen edad de barbar, aplican sangre de los testículos de los corderos que se castran, la qua!, arrancados los pelos y aplicada en linimento, aprovecha también contra el mal olor.

Llamamos precordia, con nombre común, las entrañas o partes internas del hombre, en el dolor de las quales, de qualquiera parte que sea, si se aplica un cachorrillo de teta y le aprietan a aquellas partes, se dize que se pasa a él la enfermedad, y esto se conoce porque, abriéndole y bañándole con vino, se ve dañada aquella parte que havía dolido en el hombre, y es religión cubrir de tierra estos tales animales. También estos perrillos, a los quales llamamos meliteos,3 mitigan el dolor del estómago aplicados a él muchas vezes, y se entiende pasarse a ellos las enfermedades con su mal y muchas vezes con su muerte.


EL INTERPRETE

1(Lo de enmedio de las culebras). Plinio quita la cabeza y cola de las culebras, guardando en ellas el orden que con las vívoras. 2(Semejantes al rezno). En el color, no en el tamaño ni en la figura. Hay otros semejantes a éstos con un cuerno en la nariz y por él llamados rinocerontes voladores, como a otros ciervos volantes, por los cuernos que tienen ramosos como de ciervo, aunque movibles. (ríanse unos y otros en España. Diego Cortavila los truxo de junto al Paular de Segovia y pocos días ha me los enseñó vivos. 3(A los quales llamamos meliteos). Los lanudillos de falda, llamados así por haver venido de la isla Melita, hoy Malta.

TOMO Va. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2a