CAPITULO X


Del glaucio y gliciside y gnaphalio o chamezelo, y galedrago y holco y hiosiro y holosteo y hippofesto


El glaucio1 nace en Siria y Partia; es yerva humilde, con las hojas gruesas, casi como de adormideras, pero menores y más sórdidas, de mal olor, de gusto amargo con astricción; tiene grano de color de azafrán. Este calientan en los hornos en una olla de barro, atapada con lodo y, sacada después, esprimen el zumo que tiene el mismo nombre. Usase del zumo y de las hojas, si se pistan, contra las lágrimas de los ojos, las quales caen todas de una vez. Con este zumo se compone un colirio, al qua! llaman los médicos diaglaucio. También se restituye la abundancia de leche que ha faltado, y por causa desto se toma en agua. La gliciside, a la qual llaman algunos peonía o penterobo, tiene el tallo de dos codos, acompañándose dos o tres, de color casi rubio, y el cuero de laurel, las hojas como de la isate,2 más gruesas y más redondas y menores. Tiene la simiente en vaynillas, una con el grano roxo y otra que le tiene negro, pero hay della dos especies. Tiénese por hembra, a cuyas raízes están pegadas cinco o seis como válanos más largos. El macho tiene más, porque no está asido a una raíz, y es de un palmo de alto y blanca. Esta es astringente al gusto. Las hojas de la hembra huelen a mirrha, y son más gruesas. Nacen en las selvas. Dizen que se han de cavar de noche, y que de día es cosa peligrosa, porque acomete con ímpetu el picomarcio a los ojos de quien la cava. Y que también quando se cava la raíz hay peligro no se salga el sieso. Y entiendo haver fingido esto con grande vanidad, por ostentación y estima de la yerva. El uso en éstas es diverso, porque los gra nos colorados detienen los meses o menstruos, beviendo quinze o pocos menos en vino tinto. Los granos negros curan la madre beviendo otros tamos en vino o paso. La raíz en vino mitiga todos los dolores y purga el vientre. Sana el opistótono, la hictericia, los riñones y la bexiga. Cozida en vino sana la madre y el estómago, y estriñe el vientre. Cómese también contra el mal del entendimiento, pero para la curación son suficientes quatro dragmas. Los granos negros favorecen a las opresiones nocturnas,3 bevidos en vino en el número dicho. A las errosiones del estómago aprovecha también comerlos y aplicarlos por linimento. También con ellos se resuelven los apostemas, los recientes con la simiente negra y los viejos con la roxa. Uno y otro favorece a los heridos de serpientes y a los niños contra las piedras quando empieza la esta ngurria. Al gnaphalio4 llaman otros chamezelo, cuyas hojas blancas y blandas usan en lugar de borra o tomientos, para llenar las almohadas, y cierto le son semejantes. Dase en vino astringente para la disentería; restaña las fluxiones del vientre y los meses de las mugeres. Infúndese para el tenesmo o pujo, y házese linimento para las putrefacciones de las llagas. Xenócrates llama galedragon5 a una yerva semejante a la leucacanto, la qual es palustre y espinosa, con el tallo de cañaherla alto, que en la cima de la cabeza está fixa una cosa semejante a huevo. En éste, creciendo la edad, dize que nacen unos gusanillos, los quales, encerrados en una buxeta, manda que se liguen en un paño al brazo de la parte que doliere algún diente, y que admirablemente se quita luego el dolor y que sólo tiene virtud por tiempo de un año, y esto si no tocare a la tierra. El holco6 nace en los peñascos o piedras secas. Tiene en lo alto aristas delgadas, y la ca ña como de cevada que sale cada año. Esta, aplicada junto a la cabeza o junto al brazo, saca del cuerpo las aristas. Por esta causa la llaman algunos arfstida. La hiosiris7 es semejante a la endivia, pero menor y más áspera al tacto. Pistada aprovecha admirablemente para las heridas. La holosteo8 es una yerva si n dureza, y por el contrario llamada así de los griegos, como la hiel dulce. Es delgada como cabellos, de largo de quatro dedos, como grama las hojas angostas, astringente al gusto. Nace en los collados terrizos. Usase della bevida en vino para los miembros convelidos o rompides. Cierra también las heridas, porque también se juntan las carnes añadida a ellas. El hippofesto9 nace en los espinos, de los quales se hazen las legías para lavar paños; no tiene tallo ni flor, sino solas unas cabezillas vazías y pequeñas hojas, muchas y de color de yerva; tiene unas raizillas bla ncas y blandas. Esprímese su zumo en el estío para ablandar el vientre; clase cantidad de tres óbolos, principal mente en las enfermedades de alferecía y temblores de los nervios y hidropesías, y contra las vertígines o vaguidos, y ortophneas y principios de perlesías.


EL INTERPRETE

1(Glaucio). Dioscórides, lib. 3, cap. 94; Mathiolo, ibid. 2(lsate), o glasto, llamado vulgarmente pastel, de cuyo jugo se haze la tinta para teñir azul. 3(Opresiones nocturnas). Esto es, a las pesadillas o sufocaciones de los íncubos o escarnios de los faunos en la quietud de la noche, lib. 25, cap. 4. 4(Gnaphalio). {En latín,} tomentum. Dioscórides, lib. 3, cap. 126. Véase la anotación de Laguna para los galanes deste tiempo. 5(Galedragon). Semejante a la leucacanto o albaespioa, llamada en Castilla cardo lechero.

6 (Holco). Saca del cuerpo las aristas; es especie de grama, y por llevar espigas semejantes a las de cevada, la llaman grama hordeácea, Histor. plant., lib. 4. 7(Hiosiris). {Según} Dodoneo, iacea nigra; algunos dizen ser especie de escabiosa. 8(Holosteo). Especie de grama, vide Hist. plantarum, lib. 10. 9(Hippofesto). Diferente del hipocistis, es planta espinosa. Vide Hist. omnium plant., lib. 14.

TOMO Va. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2a