CAPITULO IX


Del coceo gnido y dipsaco y dióptero y drióphono y elatine y empetro o calcifraga, y epipacto o eleborine, y epimeclio y enneaphilo y elecho y ele la pierna de buey y galeópside o galeobdolo, y glauce o eugalacto


El coceo gnido tiene color de grana, es mayor que grano de pimienta, su virtud y fuerza es ardiente; por esta causa se traga con pan, porque no queme quando pasa por el tragadero. Este tiene prestísima virtud contra la cicuta: estriñe el vientre. El dipsaco1 tiene las hojas de lechuga, y en medio del lomo unas ampollas espinosas; su tallo es de dos codos de alto, armado y erizado con las mismas espinas: sus nudos con dos hojas que los abrazan, con un seno cóncavo de sus alas, en el qual se detiene un rozío salado. En lo alto tiene unas cabezas con erizadas espinas. Nace en lugares aguanosos. Sana las crietas del asiento y también las fístulas cozida en vino, hasta tanto que tenga grueso de cera, para que pueda echarse como colirio en la fístula. También sana todas las especies de berrugas. Algunos aplican a éstas por linimento el zumo de las alas que diximos. El drióptero2 es semejante al elecho; nace en los árboles, sus hojas son casi dulces, con unas sutiles cisuras, la raíz vellosa: tiene virtud cáustica. Por esto su raíz triturada es psilotro.3 Aplícase hecha linimento hasta que mueve sudores: y segunda y tercera vez, de suerte que no se lave el sudor. El drióphono4 es semejante yerva, con unos talluelos delgados de un codo, rodeados por un lado y por otro de hojas, de ancho del dedo pulgar, como las del oximirsine, pero más blancas y más blandas, con la flor blanca como de saúco. Cómense sus tallos cozidos, y úsase de su simiente en lugar de pimienta.

La elatine5 tiene las hojas de helgine, pequeñas, pelosas, redondas, con cinco o seis ramillos de medio pie, altos, desde la raíz. Nace entre las mieses, es acerva al gusto, y por esto eficaz a los corrimientos de los ojos, aplicadas sus hojas trituradas con polenta y puesto encima un pañico de lienzo. La misma cozida con simiente de lino, de suerte que se pueda romar bevida, libra de la disentería. La empetro,6 a la qual llaman los nuestros calcifraga, nace en los monees marítimos, casi en las piedras, y quamo más cercana al mar es menos salada y bevida purga la cólera y las flegmas; y mientras más lexos nace del mar, y es más terrestre, se siente más amarga. Trae y expele el agua. Tómase en algún caldo o en hidromel. Con la vejez pierde las fuerzas. Fresca, cozida en agua o triturada, mueve la orina y quiebra las piedras. Los que quieren experimentar la fe desea promesa, afirman romperse las piedras que hierven juntamente con ella. La epipacte7 es llamada de otros eleborine; es yerva pequeña, de cortas hojas, milisima para los males del hígado y bevida contra los venenos. El epimenidio8 es un tallo no grande, con diez o doze hojas como de hiedra nunca florece su raíz es delgada, negra y de grave olor. Nace en lugares húmedos y tiene naturaleza de espesar y de refrescar; desea yerva se deven guardar las mugeres. Las hojas trituradas en vino encogen las tetas de las donzellas. La enneaphilo9 tiene nueve hojas largas y es de naturaleza cáustica. Aplícase rodeada de lana, porque no queme los lados, porque al momento levanta ampollas. Es utilísima a los dolores de los lomos y piernas. Del elecho hay dos géneros: ni tienen flor, oí semilla.10 Los griegos llaman pterin y otros blecno a aquel que de una raíz salen muchos elechos, y que exceden dos codos de alto y no son de grave olor. Este encienden ser el macho. A orro género llaman los griegos rhelipteto y otros oimpheapterio. Pero éste es singular, y no ramoso, más baxo, más blando y más denso, vestido de hojas hasta la raíz como caña. Con la raíz de uno. y otro engordan los puercos. Las hojas de entrambos son por los lados como plumas, de donde los pusieron los griegos el nombre. Uno y otro tiene las raízes largas, que van al través; son negras, principalmente estando ya secas. Pero conviene secarlas al sol. Nace en todas partes, pero principalmente en tierra fría. Hanse de cabar en el ocaso de las Vergilias. Usase de su raíz al tercer año, y no antes ni después. Expelen los animales de las partes internas y, désros, las lombrizes mezclados con miel y los demás bevidos en vino dulce tres días. Uno y otro son inucilísimos al estómago. Ablandan el vientre, primero traen la cólera, después el agua, y mucho mejor las lombrices con igual peso de escamonea. Bévese de su raíz, después de la abstinencia de un día, peso de dos óbolos en agua, haviendo tomado primero poca cantidad de miel contra los corrimientos de reumas. No se ha de dar uno ni otro a las mugeres, porque hazeo malparir a las preñadas y a las otras las hazen estériles. Su harina se esparce en las llagas suzias, y también en las que suceden eo las cervices de los jumentos. Sus hojas matan los gusanos de carcomas, y no admiten las serpientes. Por esta causa es provechoso echarlas sobre los lugares sospechosos. También las ahuyentan con su olor. Los médicos hizieroa diferencia desta yerva, teniendo por mejor la de Macedonia, la segunda la de Casíope. Llámase pierna de buey11 una yerva que ella misma, reciente en vinagre y triturada con sal, es útil a los nervios. La galeopsis12 o, como otros la llaman, galeobdolon o galion, tiene el tallo y hojas de honiga, más lisas, y que trituradas dan grave olor: su flor es purpúrea. Nace en todas partes junto a los valladares y caminos. Sus hojas y tallos pistados en vinagre sanan las durezas y llagas cancerosas puestas encima; también los lamparones. Resuelven los tumores planos y las parótidas, y es costumbre fomentar con el zwno cozido. También con sal sana las llagas podridas y las gangrenas. La glauce13 antiguamente se llamava eugalacton; es semejante al citiso y a la lentejilla, en las hojas: por la buelta contraria son más blancas. Los ramos rastrean por tierra cinco o seis, muy delgados desde la raíz. Salen en ellos unas florezillas purpúreas; hállase junto al mar. Cuézese en una sorbición de harina floreada, para causar abundancia de leche. Los que la bevieren conviene que usen de baños.


EL INTERPRETE

1(El dipsaco). Cardo con que se da de percha a los paños. Dioscórides lib. 3, cap. 11; Mathiolo, en el mismo. 2(Drióptero). Ponen désta diferentes especies Dodoneo y Dalechamp. 3(Psilotro). Medicamento que quita el pelo. 4(Drióphono). Especie de sílice o helecho, como afirma Hierónimo Trago. 5( Elatine). Llamada de los árabes athin. Hay désta muchas especies, vide Hist. plant., lib. 11, cap. 13.

6(Empetro). Herniaria, {según} Trago; otros la llaman yerva turca. 7(Epipacte). Histor. plant., lib. 11, cap. 50. 8(Epimenidio), o epimedio. Hist. gener. plant., lib. 9, cap. 79. 9(Enneaphilo). Elebro negro, {según} Dodoneo, lib. 3. 10(Ni semilla). El helecho hembra es cierto tener semilla.

11(Pierna de buey). Fémur búbulum. 12(Galeopsis). Galiopsis, urtica iners o urtica fétida. Dioscórides, lib. 4, cap. 96; Mathiolo, ibid. En España, hortiga muerta, porque no pica ni ofende; hay désta tres especies, véase a Laguna sobre Dioscórides. 13(Glauce). Dioscórides, lib. 4, cap. 142. Los romanos le llaman cícer sacerdotale; acrecienta la leche y por esto le llaman algunos eugalacron.

TOMO Va. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2a