CAPITULO VII


De la alga y actea, y de la ampelosagria y asenjo


La alga1 colorada es útil a las picaduras de los escorpiones. La actea2 tiene las hojas de grave y molesto olor. Los tallos ásperos nudosos; la semilla negra, como de yedra, con vayas blandas. Nace en lugares sombríos y ásperos, y también en los aguanosos. Dase della un acetábulo lleno para las enfermedades internas de las mugeres. Llámase ampelosagria3 una yerva que tiene las hojas duras y de color de ceniza, qua! diximos4 en las cultivadas, con unos sarmientos largos, callosos, que rojean como la flor que llamamos llama de Júpiter, tratando de las violetas; lleva la simiente semejante a los granos de la granada. Su raíz cozida en tres cyathos de agua, y mezclada con dos cyathos de vino de Coo, mueve blandamente el vientre, y por esto se da a los hidrópicos. Enmienda los defetos de la madre, y los del cuero en el rostro de las mugeres. También aprovecha usar desta yerva en los que padecen ceática, triturada con sus hojas y hecha linimento con su zumo.

De los asenjos hay muchas especies. El santónico se llama así de Santes, ciudad de Francia. El póntico de Ponto, adonde engordan con él las ovejas, y por esto se hallan sin hiel; y no hay otro mejor, y es mucho más amargo que el de Italia, pero la médula del póntico es más dulce. Conviene tratar del uso desta yerva facilísima, y entre pocas utilísima y celebrada, particularmente para los sacrificios del pueblo romano. Porque en las fiestas latinas tienen competencias en el Capitolio los cocheros de quatro cavallos, y el vencedor beve asenjos; yo creo que los antiguos estimaron por cosa honrosa dar en premio la salud. Fortalece el estómago, y por esto se transfunde su sabor en el vino, como diximos. Bévese también cozido en agua, y después se tiene a enfriar al ayre un día y una noche, haviéndose cozido seis dragmas de sus hojas con sus ramos en tres sextarios de agua llovediza; conviene también añadirle sal. Es antiquísimo su uso. Bévese también la infusión en que se ha echado a remojar; que así se llama esta especie de bevida. El orden de hazer la infusión es (sea como fuere el agua) que esté cubierto por tres días. Pocas vezes se usa trinuado, como también el zumo exprimido. Pero exprímese luego como se hincha la semilla. Siendo fresco se tiene tres días en agua, y si seco siete días. Después se cuecen en un vaso de cobre cantidad de diez héminas en quarenta y cinco sextarios de agua y, tornado otra vez a colar, se cuece la yerva a fuego lento, hasta tener grueso de miel, como se procura el zumo de la centaura menor. Pero éste del asenjo es inútil al estómago y a la cabeza, siendo el del cozi miento muy saludable: porque aprieta el estómago y expele la cólera, mueve la orina, ablanda el vientre y teniendo dolor le sa.na. Expele los animales de las tripas, disuelve el apetito depravado del estómago y las inflaciones, mezclado con sile5 y nardo gálico y un poco de vinagre. Limpia lo que causa fastidios, ayuda las cogciones, quita las crudezas mezclado con ruda y pimienta y sal. Los antiguos davan para purgar, en un sextario de agua marina añeja muy asentada, seis dragmas de su símiente con tres de sal y un dato de miel. Duplicada la cantidad de sal purga más eficazmen te: pero dévese moler diligentemente por la dificultad. Algunos usaron dar en polenta el peso y cantidad sobredicha, mezclado con poleo. Otros lo dieron contra la perlesía. Otros dieron sus hojas a los muchachos en un higo, para que así engañasen su amargura. Tomado con lirio purga el pecho. En la yctericia se beve crudo con apio o adianto. Contra las inflaciones se sorbe caliente en agua poco a poco; y por causa del hígado, se toma con nardo gálico, y por el bazo con vinagre o puches o higos. En vinagre es contrario a los hongos. También al visco, con vino, a la cicuta y a las mordeduras del musarafio, al dragón marino y a los escorpiones. Es muy provechoso para la claridad de los ojos. Pónese sobre los ojos lagrimosos en vino paso, y en las sugilaciones con miel Cozido sana los oídos con el sahumerio de su vapor o, si mana materia, trinuado con miel. Mueven la orina y los meses tres o quatro ramillos con una raíz de nardo gálico con seis ciathos de agua. Particularmente mueve los meses tomado con miel, y aplicado con lana. Remedia las esquilencias con miel y nitro. Sana las epinígtidas tomado en agua, y las heridas recientes puesto encima antes que sean tocadas con agua. También las llagas de la cabeza. Particularmente se pone sobre las hijadas con cera cipria o con higo. Sana también la comezón. No se deve dar con calentura. Bevido refrena las ganas de bomitar a los mareados quando navegan. Resuelve el tumor de las ingles puesto en el vientre; olido causa suefio, o puesto debaxo de la cabeza, sin saberlo. Metido entre los vestidos, los libra de las polillas. Untándose con su azeite ahuyenta los mosquitos, y con su humo si se quema. La tinta de los libros, templada con su infusión, libra y defiende de los ratones las letras. La ceniza de los asenjos, mezclada con ungüento rosado, ennegrece el cabello. Hay también un asenjo marino, al qual llaman algunos seriphio, aprovadísimo en Taposiro de Egipto. Los sacerdotes de la diosa Isis usan llevar un ramo déste en sus solenidades; es más angosto que el primero y menos amargo, enemigo al estómago, ablanda el vientre y expele los animales de las partes internas. Bévese con azeite y sal, o mezclado en sorbición de harina de grano tresmesino. Cuézese quanto quepa en la mano en un sextario de agua, hasta gastar la mitad.


EL INTERPRETE

1(Alga). Llamada así ab algoro aquae o porque alligat pedes. Llámase en Espafia ova de agua. 2( Actea) o ébulo. {En España}, yezgo. Vide Ruelio. 3(Ampelosagria). Dulciamara o vitisalva: Historia de las plantas, lib. 13. 4(Qual diximos). Otros leen: “de la qual diximos harto”. 5(Sile). Llamado de Hipócrates seli y sili; de Dioscórides, seseli masiliense. Vide Ruelio, lib. 3, y Hierónimo Trago, lib. 2, los quales entienden ser la saxifragia mayor o comino silvestre.

TOMO Va. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2a