CAPITULO Ill


Que Dios es hazedor de todas las criaturas


Este caso pues, éste es aquel Dios que halló tanta muchedumbre de cosas en la vida. Este nombre tiene, por el qual se entiende la misma Naruraleza, madre y maestra de todas las cosas, con igual conjetura de uno y de otro, aora juzguemos que las fieras hallan estas cosas cada día, o aora juzguemos que siempre las saben. Y digo otra vez ser cosa vergonzosa que todos los animales conozcan las cosas que les son saludables, fuera del hombre. Pero los antiguos publicaron ser cosa muy saludable mezclar con los medicamentos de los ojos el acónito, mostrando claramente no haver mal alguno sin algún bien. lícito pues nos será, no haviendo dicho ningunos venenos, mostrar quál sea el acónito, por lo menos para saberle conocer. Tiene las hojas del ciclamino, o del cohombro, y no más de quatro, que nacen desde la raíz blandamente vellosas, la raíz moderada, semejante al camarón marino, por lo qua! le llamaron algunos camarón, otros theliphono, por la ocasión dicha. La raíz se encorva un poco, a manera de alacrán, y por esto le llamaron algunos escorpión. Y no faltaron orros que quisieron más llamarle miocconon, porque, apartado desde muy lexos, mata los ratones. Nace sobre desnudas piedras, a las quales llaman aconas. Y por esto algunos le dan por nombre acónito, no haviendo junto a él ni un polvo de tierra que le sustente. Algunos traen esta razón de su nombre; otros, porque tiene la misma fuerza en dar la muerte que tienen las piedras de aguzar en dar agudeza al hierro, y aplicada sentirse luego su velozidad.

TOMO Va. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2a