CAPITULO V


Medicamentos para tos lamparones, para los dedos, para el pecho, y para la tos


Para los lamparones es medicamento el llantén, la celidonia con miel, y enjundia, el cincoenrama, la raíz de la persolata también con enjundia, y aplicada se cubre con su hoja. También la artemisia, la raíz de la mandrágora desatada en agua, las hojas anchas de la sideritis cavada con la mano izquierda al rededor, con un clavo, se ponen ligadas encima de los lamparones. Y hase de guardar para los que han sanado la yerva, porque no se revele el mal, siendo otra vez sembrada con gran maldad de los hervolistas (como se ha visto en algunos), lo qua! también en aquellos que ha sanado la artemisia, hallo haverse dicho, y también en los que ha sanado el llantén. La yerva damasonio, la cual se llama también alcea, cogida el día del solsticio, se pone pistada la hoja con agua llovediza, o la raíz machacada con enjundia, de tal suerte que después de puesta se cubra con su hoja. Así también para todos los dolores de la cerviz, y para los rumores, o hinchazones de cualquier parte. La yerva bellis nace en los prados, es la flor blanca que roxea algo, ésta mezclada en linimento con la artemisia, dizen que es más eficaz. El condurdo, yerva solsticial, contra la flor roxa, colgada al cuello, se dize que deshaze los lamparones: también la bervena con llantén. A todos los males de los dedos, y principalmente a los pterigios,1 aprovecha el cincoenrama. Entre los males del pecho es gravísimo la tos; ésta se cura con la raíz del panaz en vino dulce. También el zumo del hiosciamo2 es provechoso para los que escupen sangre, y también el olor que despide quando le encienden aprovecha a los que tosen. También la scordotis con miel molida seca, y mezclado con ella mastuerzo, y resina. Y sola por sí haze fácil el sputo que se atranca del pecho. También la centaura mayor a los que escupen sangre, el qual vicio cura también el zumo del llantén. Y la verónica, tomada en cantidad de tres óbolos en agua, es remedio contra las materias hediondas o sanguinolentas que se atrojan del pecho, y la raíz de la persolata en peso de una dragma, con onze piñones. El zumo del peuceda no socorre en los dolores del pecho, y también el acoro, y por esto se mezcla en los antídotos. A la tos es útil el dauco, y también la yerva scítica, y ella finalmente aprovecha a todos los males del pecho, a la tos, y a los que escupen materias, tomando della tres óbolos en vino cozido.


EL INTERPRETE

1(Pterigios). Es una excrecencia de carne, que se hace entre las uñas. 2(Hiosciamo). Beleño.

TOMO Va. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2a