CAPITULO XII


Del centáureo, chelidonia, pánax, veleño y euphorbio; contra los males de ojos


Creo ser ayudada la vista del centaurio mayor, fomentando los ojos con él, deshecho en agua. Y que se desbaratan con el zumo del menor y miel los mosquitos, nubes y oscuridad y las señales adelgazan. Y también las nubes de los jumentos con la syderitis. Cura la chelidonia admirablemente todas las cosas sobredichas.

Pónese la raíz del pánax, con polenta, en las epíphoras; bébese la simiente del beleño, ayuntándolo a un solo óbolo de dormideras y vino. Para freno de las epíphoras añaden zumo de gentiana, el cual mezclan a los alcoholes por dormideras. Haze ansimismo claridad el euphorbio mezclado {con} alcohol. Destílase el zumo del llantén en las ophthalmías. Desbarata la aristolochia la oscuridad de los ojos. Y la iberis, atada con cincoenrama en la cabeza, enmienda las epíphoras y otros cualesquiera males de los ojos. Pénese el gordolobo en la epíphoras y también el peristerio, deshecho con azeite rosado o vinagre; para las cataratas y oscuridad deslíen el cyclamino en trociscos, y el zumo del herbátum, según que diximos, para aclarar y quitar oscuridades, con dormideras y azeite rosado. La zaragatona unctada en la frente suspende las epíphoras.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2