CAPITULO IX


De la argemonia, agárico, echio, hyosciamo, hyerobotane, blataria, lemonia, cincoenrama y dauco, persolata o arcio, cyclamino y peucedano, todas contra las mordeduras de las serpientes


Bébese también peso de un denario de la raíz de la argemonia en tres cyathos de vino, de la cual hay muchas cosas que dezir y de las demás que primeramente se nombraron. Y en este género de curar convendría primero nombrar a cada una en lo que principalmente tiene fuerza y virtud. Tiene las hojas como las del anémone, divididas a modo de apio, y una cabeza en el vástago de dormideras silvestres. Iten, raíz, zumo acre, de color de azafrán y agudo. Naze en los barbechos, entre los surcos. Hazen los latinos tres géneros della, y aprovechan aquella cuya raíz huele a encienso.

Naze el agárico como hongo en los árboles, acerca del Bósphoro, de color blanco. Dase en quantidad de cuatro óbolos, molido con dos cyathos de vinagre y miel. Lo que naze en Francia se tiene por más flaco. Fuera desto el macho es más espeso y más amargo: haze éste dolores de cabeza; es la hembra más desatada, al principio de gusto dulce y después pasa en amargo.

El echio de ambos géneros es semejante a poleo, coronado de hojas. Dase en quantidad de dos dragmas en cuatro cyathos de vino. Iten, el otro, que se distingue por su flueco espinoso, el cual tiene unas cabezuelas semejantes a las de las víboras y éste se toma en vino y vinagre. Algunos llaman ardo la personata, cuyas hojas son las más anchas de todas las hierbas. Lleva grandes lapas. Dan la raíz désta a beber cozida en vinagre.

Dase ansimismo el beleño, majado con sus hojas en vino, particularmente contra los áspides.

Pero ninguna tiene más de la nobleza romana que la hierobotane o verbena. Algunos la llaman peristéreon, y verbenaca los latinos. Esta es la que diximos llevar a los enemigos los embajadores. Con ésta se barre la mesa de Júpiter y se limpian las casas con sacrificios y restauran. Es de dos géneros: una hojosa, que tienen por hembra, y el macho, de hojas más ralas. Los ramos de ambos son muchos, delgados, esquinados y de largo de un cobdo. Las hojas, menores que de encina, y más angostas, con mayores divisiones. La flor es zarca, la raíz larga y delgada. Naze doquiera, en lugares llanos y acuosos. Algunos no la distinguen, haziéndolas totalmente un género por tener unos mismos efectos ambas. Con ambas sortean los galos y dan respuestas de lo porvenir, pero los magos dizen della mil desatinos como es que los que están unctados con ella alcanzan todo lo que quieren, que ahuyenta las calenturas, haze amistades, cura cualquier género de enfermedad; que se ha de coger por el tiempo que naze la Canícula de manera que ni mire la Luna ni el Sol, dados primeros a la tierra panales y miel para purificación, y que, hecho un cerco primero con hierro a la redonda, se arranque con la mano izquierda y se levante en alto y se sequen a la sombra, aparte, sus hojas, vástago y raíz. Y dizen que si se regare con su agua el triclinio, por la parte que le alcanzare el agua será el convite más regocijado. Muélese contra las serpientes en vino.

Hay una hierba semejante a gordolobo, tanto que muchas vezes engañan tiñiéndola por ella, de hojas menos blancas, vástagos muchos y flor amarilla. Echada ésta en alguna parte allega ansí todas las polillas y por tanto en Roma la llaman blattaria.

Echa el lemonio zumo lácteo, el cual se cuaja a manera de goma en lugares húmidos; dase peso de un denario en vino.

Nadie deja de conocer las cincoenrama, como se alabe aun engendrando fragas. Llámanla los griegos penthapetes o chameselone o penthafilon. Tiene cuando se arranca bermexa la raíz, pero cuando se va secando se pára negra y se haze esquinada. Tomó el nombre del número de sus hojas, y la misma hierba empieza y acaba en las vides. Aplícase también para purificar las casas.

Bébese ansimismo su raíz contra las serpientes, la cual se llama también sparganio, en vino blanco.

Hizo Petronio Diodoro cuatro géneros de dauco, que no es menester referir cómo sean las diferencias. Una de la muy aprobada, que naze en Candía, después del cual se estima el de Achaya, y el que naze en lugares secos, doquiera que sea, semejante a hinojo, de hojas más blandas, menores y vellosas, vástago de un pie, derecho, y raíz de gusto y olor suavísimo. Este género naze en lugares pedregosos. Los demás dondequiera, en collados, terrenos, y otros semejantes, sólo en tierras grasas; de hojas de culantro, vástago de un cobdo, cabezas redondas, muchas vezes más que cuatro, raíz leñosa, pero, después que se seca, sin provecho. La simiente de éste es semejante a comino y la del primero a mijo, y es blanca, acre y olorosa, y ferviente a todos. El segundo es más fuerte que el primero y por tanto se ha de tomar con templanza. Y si quisiéremos hazer otro tercer género será semejante a staphilino, que llaman zanahoria silvestre, de simiente prolongada y raíz dulce. A ninguno de éstos tocan en el invierno ni en el estío los animales de cuatro pies, salvo después de haver abortado. De los demás se gasta la simiente. La raíz del de Creta es dulce, y más para las serpientes; bébese un dragma en vino. Dase también a las bestias de cuatro pies, heridas.

La therionarca es otra que la mágica, y naze en nuestra orbe, ramosa, de hojas algo verdes y flor de color morado. Mata las serpientes, entorpece cualquier fiera a quien se allegare. La persolata, que nadie ignora y llaman arction los griegos, tiene las hojas mayores que las calabazas y más vellosas, más negras y más gruesas. La raíz blanca y grande. Esta se bebe en vino, peso de dos denarios.

Iten la raíz del ciclamino vale contra todas las serpientes. Tiene las hojas menores de la yedra, más negras, más delgadas y sin esquinas, en las cuales blanquean unas manchas. El vástago es pequeño, vacío y las flores moradas, la raíz es ancha, tanto que puede parecer nabo redondo y de corteza negra. Naze en lugares sombríos y llámanla los latinos “turma de tierra”. Débese sembrar en todas las casas, si es verdad que donde está sembrada no pueden dañar los venenos; llámanla amuleto y cuentan que representa la borrachez, añadido en vino. La raíz desecada se guarda hecha trozos pequeños a manera de la scilla. Cuézese la misma hasta que tome cuerpo de miel, aunque también su ponzoña, y ansí dize que si alguna muger preñada pasa por encima, aborta.

Hay otra ciclaminos que tiene por renombre cissanthemos, de vástagos ñudosos e inútiles, que difiere de la primera porque se arrevuelve a los árboles, de uvas de yedra, pero blandas; flor blanca, hermosa, y raíz sin provecho. Están solamente las uvas en uso, de gusto acre pero lientas. Sécanse a la sombra y divídense en trociscos para la tose.

Yo mostré, fuera destas dos, otra tercera, ciclaminos que tienen por renombre chamecissos, de una sola hoja, raíz ramosa, con que mueren los pezes.

Pero celébrase entre las principales hierbas el herbatum, el cual es más alabado en Arcadia, luego el samothracense. Tiene éste el vástago delgado, largo, semejante a hinojo y hojoso a par de la tierra. La raíz negra, gruesa, de olor pesado y jugosa. Engéndrase en montes sombríos, arráncase por la salida del otoño; agradan las muy tiernas y muy hondas raízes. Estas se cortan en trozos de cuatro dedos con cuchillos de hueso y echan el zumo a la sombra, unctada primero la cabeza y las narices con azeite rosado porque no se sienta vaguido. Hállase otro zumo que pegado a los vástagos y cortados éstos mana. Apruébase el que tiene cuerpo de miel, color rojo y olor pesado, con cierta suavidad y fervor en el gusto; está éste también en uso. Iten su raíz y cozimiento y entra en muchas medicinas, pero el zumo es el más eficaz, el cual se disuelve con almendras amargas o ruda y se bebe contra las serpientes, y libra los que se unctan con él, deshecho en azeite.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2