CAPITULO XV


Del chamedris, chamedaphne, chamelea, chamesyce, y chamecissos. lten del chameleuce, chamecyparissos, ampelopraso, stachyes, clinopodio, centúmculo, clematis egiptia y de sus medicinas


Es el chamedris1 una hierba que llaman trisago los latinos; algunos chamedaphne2 y otros teucrio. Tiene las hojas de tamaño de hierbabuena, de color y división de las de la encina; otros dixeron ser aserrada y haverse, a su imitación, inventado la sierra, y su flor es de color casi morado. Cógese yedra de zumos en lugares pedregosos, eficacísima, ora se beba, ora se aplique, contra la ponzoña de las serpientes. Iten al estómago, tose antigua, flegma que se pega a la garganta, nervios estirados y rotos, y dolores de los lados. Deshaze el bazo y provoca regla y urina y, por tanto, es eficaz a los que comienzan a hazerse hidrópicos, cocido un manojo de sus escobas en tres héminas de agua, hasta quedar con la tercera parte. Hazen, ansimismo, trociscos della, deshaciéndola en agua para las cosas sobredichas. Sanan también las vómicas o llagas viejas y cocidas con miel y hazen della vino para los males del pecho. El zumo de sus hojas con azeite aclara la escuridad de los ojos; tómase en vinagre para el bazo y calentura, unctada.

Tiene el chamedaphne un solo ramo, casi de un cobdo, hojas delgadas y semejantes a las del laurel; su simiente bermexa, mezclada con las hojas, se aplica en el dolor de cabeza reciente. Refrigera los ardores, bébese en vino contra los tortijones de las tripas; su zumo bebido provoca orina y regla y ayuda a los partos difíciles, aplicada en lana.

Tiene la chamelaea3 semejanza de las hojas de la oliva y son amargas y olorosas. Nace en pedregales y no excede un palmo su altura. Purga las tripas, evacuando flegma y cholera, cocidas sus hojas con dos partes de ajenjos y bebido el cocimiento con miel. Y limpiase las llagas, aplicadas sus hojas; dizen que si alguno, antes que salga el Sol, la tomare diziendo que la toma contra las nubes de los ojos, trayéndola atada se cura este daño, y que de cualquiera manera que se tome es saludable a los ojos de las bestias de carga y ganado.

Tiene la chamesyce4 hojas de lenteja, que no se levantan del suelo, y nacen en lugares secos y pedregosos. Es provechosísima a la claridad de los ojos y contra las cataratas y señales. Iten contra las escuridades y nubes de los ojos, cocida en vino y aplicada. Aplaca los dolores de la madre; puesta en un paño, unctada, quita las verrugas de todos géneros y aprovecha a los que respiran con dificultad.

Tiene espigas el chamecyssos5 a manera de trigo, de cinco ramos casi, y de muchas hojas. Cuando florece podría alguno pensar que es violeta, blanca, de raíz delgada, de la cual beben los que tienen ciática las hojas, en quantidad de tres óbolos en dos cyathos de vino, siete días, que es una muy amarga bebida.

Llaman los latinos a la chameleuce6 farrano o farfugio; nace a las orillas de los ríos, con hojas de álamo, pero más anchas. Su raíz se echa sobre brasas de aciprés y recíbese su sahumerio por un embudo en toses viejas.

La chamepeuce,7 semejante a las hojas de la lárix, es propria a los dolores de los lomos y espinazo.

La hierba llamada chamecyparisso,8 bebida en vino, vale contra la ponzoña de todas las serpientes y escorpiones.

El ampeioprassos9 nace en las viñas, con hojas de puerro, y causa regüeldos de mal olor. Es eficaz contra las heridas de las serpientes. Provoca urina y regla. Detiene los ímpetus de sangre que salen por la verga, bebido y aplicado. Dase también después del parto a las mugeres y contra las mordeduras de los perros.

También la hierba que llaman stachis10 tiene semejanza de puerro, pero las hojas son más largas y en mayor número, de olor agradable y color que tira a amarillo y provoca regla.

Unos llaman al clinopodio11 cleonicio, otros zopiro y otros ocymoide, semejante a serpol furculoso y de altura de un palmo; nace en pedregales y con el ámbito orviculado de sus flores haze una semejanza de los pies de las camas; bébese contra los nervios estirados y rotos. Iten, contra las strangurias y heridas de las serpientes y también su cocimiento.

Agora llegaremos a las sobredichas admirables hierbas, pero menos conocidas, dilatando las famosas para los siguientes volúmenes.

Llaman los italianos centúncula12 una hierba de hojas picudas tendida en los campos a semejanza de la cabeza de las ropas de agua,a a la cual llaman clematis los griegos. Es de admirable efecto el detener cámaras, en vino es astringente. Detiene la misma la sangre, molida con cinco cyathos de ojimel o de agua caliente, peso de un denario, y ansí también es muy eficaz para evacuar las pares de las mugeres.

Pero tienen los griegos otras hierbas del misbo nombre. Una la que llaman algunos echite, otros lagine y algunos scamonia tenue; y tiene los ramos de un pie, llenos de hojas y no desemejantes a la planta de la escamonia, salvo que las hojas son menores y más negras. Hállase en las viñas y labranzas y cómese por hortaliza, con azeite y sal, y relaja el vientre. La misma beben los disentéricos con linaza en vino stíptico; sus hojas se ponen en las epiphoras con polenta, puniendo debaxo un lenzezuelo mojado; puestas, traen los lamparones a maduración y después los acaban de curar añadida enjundia. Curan, ansimismo, las almorranas con azeite verde. Aprovechan a los phtísicos con miel y, tomadas con manjar, hazen abundancia de leche y orina, unctadas en el cabello de los niños. Aplacan, en vinagre, el dolor de los dientes y provocan luxuria.

Hay otra clematis, llamada por sobrenombre egiptia, que llaman otros daphnoides y otros polygonoides, de hojas de laurel, la cual es larga y delgada; eficaz cuando se bebe en vinagre contra las serpientes y particularmente contra las áspides, y nace principalmente en Egipto.



a. Por capuchón.



EL INTERPRETE


1(Chamediys). Planta es hoy vulgar y notoria a las oficinas, debaxo deste mismo nombre, llamada ansí por la semejanza que tienen sus hojas con las de la encina. Y aunque la llaman algunos chamedaphne y teucrio, es cosa manifiesta haver otras dos plantas distintas del chamedris destos mismos nombres. 2(Chamedaphne). A ésta y al daphnoedes llaman laures las oficinas; matas conocidas en nuestro orbe y en este Nuevo Mundo, y sólo casi diferentes en que el chamedaphne echa un solo vástago. 3(Chamelea). Esta llaman hoy en unas partes de Hespaña servencia, y en otras oliviüa, y es planta vulgar. 4(Chamesyce). Conocida es esta plantilla en Hespaña debaxo deste nombre, familiar a las viñas mal labradas y otros lugares ásperos e incultos. Y también, en esta Nueva Hespaña, semejante al paplis y peplos, plantas ansimismo conocidas, pero de hojas laticinias y mayores. 5(Chamecissos). Déste he ya en este mismo libro hablado.

6(Chameleuce). De ésta no se tiene noticia por la breve descripción que della nos dexaron los antiguos, la cual Dioscórides comprende en estas breves palabras: es la chameleuce propria a los dolores de lomos y hierba verde, de hojas y ramos encorvados, y flor rosada. 7(Chamepeuce). Llámase vulgarmente herbatum; tomó el nombre de la semejanza que tienen sus hojas al pino. 8(Chameciparisso). Es planta conocida en Hespaña de muchos y tenida por especie de abrótano hembra. 9(Ampeloprasso). Vese en las viñas y sembrados en muchas partes este puerro que dellas tomó su nombre, no menos frecuente que el ajo silvestre y ajipuerro o scorodo passon. 10(Stachis). Llámanla en el reino de Toledo hierba oledora, donde hay grande copia della, y porque no engañe a nadie lo que Plinio dize tener hojas de puerro, teniéndolas de marrubio, se advierta que como prasos sea en griego el puerro y prassion marrubio, confundió Plinio el un nombre con el otro, y ansí por marrubio puso puerro.

11(Clinopodio). Tomó el nombre de la forma de su flor, debaxo del cual la conocen algunos herbarios en Castilla, donde yo también la vi en no pocas partes. 12(Centúncula). Llámala también gnaphalio y es por este nombre más conocida; yo he visto en Hespaña della algunas especies.

Por la scamonia tenue, lagine o echite no he hallado qué planta entienda Plinio. Pero la dematis daphnoides es cierto ser la que llaman vulgarmente canduerca.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2