CAPITULO XI


De las cañas, papyro, ébano, adelfa, zumaque, erithrodano, alysso, radícula, apocino, rosmarino, cachris, sabina, selagine, samulo, goma y de sus medicinas


Ya enseñamos haver 29 géneros de cañas, no siendo de otra manera más evidente aquella naturaleza que tractamos en estos volúmenes, porque la raíz de la caña, molida y aplicada, saca del cuerpo el vástago del helécho, y la raíz del helécho las cañas. Porque hizimos muchos géneros dellas es de saber que la que nace en la India y Syria para los dolores y ungüentos, provoca orina cocida con simiente de apio o con grama, y aplicada provoca {la} regla. Bebida en quantidad de dos óbolos, cura los espasmados. Iten, el hígado, riñones, hidropesía, y a la tose, con solo su sahumerio, y más con resina. Y cocida con mirrha, la caspa y llagas que manan. Cuécese su zumo y házese semejante a elaterio. En todo género de cañas es más eficaz lo que está más cercano a la raíz; son también eficaces los ñudos. La caña cypria, que llaman donax, enmienda las partes que se pelan con la ceniza de su corteza y las llagas podridas. Usan de sus hojas para sacar lo incado y más eficazmente contra el fuego de Santantón y todos los demás allegamientos de humores. Tiene la caña vulgar fuerza de sacar afuera y atraer, y acabada de moler, no solamente la raíz, y enseñan aprovechar también mucho la misma caña. Cura lo desconcertado y {los} dolores del espinazo la raíz, deshecha en vinagre y aplicada. La misma, acabada de moler y bebida en vino, provoca luxuria.

El flueco de las cañas, echado en los oídos, embota el oír.

Parentseco tiene con las cañas el papiro de Egipto, de principal utilidad después de seco para aflojar y secar las fístulas y para dar lugar, hinchándose, a la entrada de las medicinas. La carta u hoja que désta se haze, quemada, es cáustico; su ceniza bebida haze sueño y ella, puesta en agua, sana los callos.

Aún no nace en Egipto el ébano, según que lo havemos enseñado. Ni tractamos en medicina los mundos ajenos, pero no se dexará de hablar de él, por su milagro. Dizen curar sus aserraduras únicamente los ojos, y desbaratarse su oscuridad con su madero, alisado en una aguzadera con vino de pasas. Y su raíz, con agua, las nubes de los ojos. Iten la tose, añadida igual quantidad de la raíz de la tragontia, con miel. Reciben los médicos el ébano entre las medicinas que corroen.

El rhododentro o adeipha ni aun nombre ha hallado entre los latinos, y llámanla también rhododaphne y nerion. Cosa es de maravilla que sean sus hojas veneno de las bestias y remedio al hombre contra las serpientes, añadida ruda y bebida en vino. Las ovejas también, y cabras, si bebieren el agua en que huvieren estado en remojo, dizen morirse.

Tampoco tiene el rhus o zumaque nombre latino, como se use en muchas cosas de él. Porque es también hierba silvestre, de hojas de arrahián y vástagos cortos, lo cual expele los venenos y lombrices y llámase mata de los curtidores, algo rubia, del largo de un cobdo, grueso de un dedo, con cuyas hojas secas se adoban los cueros, como con las cortezas de las granadas. Usan los médicos del zumaque contra las magulladuras, caeliacos, llagas del asiento y las que llaman phagedénicas o pascentes, molido con miel y unctado con vinagre. Destílase su cocimiento en los oídos que manan materia; házese, cocidos sus ramos, un medicamento llamado stomátice, útil para las mismas cosas que aprovecha el de las moras, aunque más eficaz; se le añade alumbre y aplícase el mismo a las hinchazones de los hidrópicos.

El rhus llamado erithros es mata, y su simiente tiene fuerza de apretar y resfriar; échase por sal en los manjares. Relaxa el vientre y haze, con sylphio, todas las carnes más suaves. Cura las llagas que manan, con miel; las asperezas de la lengua, heridas, cardenales y descocimientos de la misma manera. Cicatriza con gran presteza las llagas de la cabeza, y comido detiene la sangre lluvia de las mugeres.

Diferente es el erithrodanos, que otros llaman erithrodanon y los latinos rubia, con que se tiñen las lanas y se adoban los cueros. Provoca la orina, sana la ictericia en aguamiel, y unctada con vinagre los empeines sciáticos y paralíticos, pero hanse de lavar los que la beven cada día. La raíz y simiente provocan regla, aprietan el vientre y desbaratan los allegamientos.

Aplícanse los ramos con sus hojas contra las serpientes, y las hojas tiñen los cabellos. Hallo escripto de algunos que sana esta mata la ictericia, aunque no sea más que a todo el cuerpo y mirada.

Dista {la rubia} del que llaman aliso sólo en la hoja y ramos menores. Llámase ansí porque preserva de rabia los mordidos de los perros rabiosos, bebido en vinagre y atado: maravillosa cosa es que añadir secarse, mirada solamente esta mata, la materia.

Prepara también la radícula o lañaría las lanas de los tintoreros, la cual diximos llamar struthio los griegos. Cura su cocimiento, bebido, la ictericia y males del pecho; provoca urina, relaja el vientre y limpia la madre, y por esto la llaman los médicos bebida de oro. Aprovecha ansimismo, en gran manera, contra la tose, dada en miel, y a la dificultad del aliento medida de un cochlear,a y quita, con polenta y vino, la lepra. La misma quiebra las piedras y las expele, con pánax y raíz de alcaparras. Desbarata, cocida con harina de cebada y vino, los encordios. Mézclase en los malagmasb o blandimientos y collirios para la claridad de los ojos. Y es, entre pocas cosas, provechosa para mover estos nudos y también para el hígado y bazo. La misma, bebida en peso de un denario en aguamiel, sana a los suspirosos.

Y ansí también cura los pleuríticos y todos los dolores de los lados la simiente del apocyno en agua. Es una mata de hoja de yedra, más blanda y de más corta stiliretas,c simiente aguda, dividida, vellosa y de pesado olor. Mata los perros y todos los demás animales de cuatro pies, dada a comer.

Hay otra que llaman rosmarino. Hay dos géneros della: una stérile y otra que tiene el vástago y simiente resinosa, que dizen cachryos. Tienen sus hojas olor de encienso, su raíz sana las heridas aplicada verde y el descendimiento de la madre y las almorranas ciegas y también las que no lo son. El zumo de la mata y raíz, la ictericia y todo lo que se ha de alimpiar, y aguza la vista. Dase a beber su simiente contra los males antiguos del pecho y para la madre; con vino y pimienta ayuda la regla. Unctase en las podagras con harina de yeros, limpia las pecas y lo que se ha de calentar o cuando se procura sudor, unctado, y aprovecha a los espasmados. Bebido en vino aumenta la leche, y también su raíz. La misma hierba se pone con vinagre en los lamparones. Aprovecha a la tose en miel. Tiene el cachrys muchos géneros, como diximos; pero ésta que nace del romero sobredicho, si se friega, es resinosa. Contradize a los venenos y animales venenosos, sacadas las culebras. Mueve sudor, desbarata los retortijones, haze abundancia de leche.

La hierba sabina, llamada brathy de los griegos, es de dos géneros: una semejante en las hojas al taray, y otra al aciprés, por lo cual la dixeron algunos aciprés de Candía. Muchos usan della en los sahumerios por incienso, y dizen tener en la medicina, doblado el peso, la misma virtud que el cinnamomo. Disminuye los allegamientos y refrena a los nuevos. Unctada, limpia las llagas; saca puesta, o hecho della sahumerio, las criaturas muertas. Aplícase al fuego de Santantón y carbúnculos. Bebida con vino y miel cura la ictericia. Cura la pepita de las gallinas su humo, según dizen.

Semejante es a ésta la sabina, que llaman selago. Cógese sin hierro, con la mano derecha por la túnica, de la cual se desnuda con la izquierda, como quien hurta. Y ha de estar el que la coge vestido de blanco, y los pies descalzos y muy lavados y limpios y ha de sacrificar primero con pan y vino; llévase en un lienzo nuevo. Esta dizen los druidas a los galos que se ha de guardar contra todo daño y que aprovecha, contra los males de los ojos, su humo.

Los mismos nombran una hierba samolo, que nace en lugares húmidos. Esta también mandan coger con la mano izquierda, en ayunas, contra las enfermedades de los cuerpos y de los bueyes, y que no la mire el que la coge, ni se guarde si no en un caño, y que allí la muela para los que han de bever.

Ya contamos los géneros de gomas. Entre éstas serán de mejores efectos las mejores. Son malas para los dientes. Cuajan la leche y, por tanto, aprovechan a los que escupen sangre. Iten a las quemaduras y males de arteria. Haze que se expela la orina inútil, embotan las amarguras restriñido lo demás. La goma del almendro amargo, que es más eficaz en espesar, tiene fuerza de calentar. Antepónese la de los ciruelos y vides. Secan y aprietan aplicadas, y con vinagre sanan los empeines de los niños. Aprovechan a la tose antigua, bebidos cuatro óbolos en vinagre aguado. Créese hazer el color más agradable y apetito, del manjar, y aprovecha a los pedregosos, bebidas con vino de pasas; pero la de la espina aegiptia conviene, más que todas las otras, a los ojos y llagas.



a. Cucharada.

b. Emplastos.

c. Tallitos, zarcillos.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2