CAPITULO IX


Del acano y regalizia


Algunos cuentan el acano entre los eryngios o cardos corredores, planta espinosa, corta, ancha, y de más anchas espinas. Dizen que ésta, aplicada, detiene admirablemente la sangre. Otros creyeron falsamente ser también cardo corredor la glycirrhiza o regalizia, por lo cual convendrá hablemos luego de ella, que sin dubda es una de las espinosas de hojas de erizo, grasas, y al toque gomosas y de muchos vástagos, altura de dos cobdos, flor de yacintho y fructo del tamaño de las píldoras del plátano. Es la más excelente la de Cilicia y luego la de Ponto, de raíz dulce, de que solamente en toda la planta se toma aprovechamiento en medicina. Cógese por el ocaso de las Vergilias, con una como vid luenga, de color de box, y es mejor la negra y la lienta que la quebradiza. Usase en las cosas que se aplican por baxo, cozida hasta quedar en la tercera parte del liquor y venir a espeseza de miel, y otras veces majada. Y desta manera se aplica también a las llagas y en todos los males de la garganta, siendo a la vez muy provechoso su zumo, puesto luego que se espesa debaxo de la lengua, y también al pecho e hígado. Con ésta diximos aplacarse la sed y la hambre y por esta razón la llaman adipson algunos, y la dan a los hydrópicos para que no tengan sed, y por tanto maxcada es buena para la boca. Y echada muchas vezes en sus llagas y en las uñas, enfermedad de los ojos. Sana también la sarna de la vexiga, dolores de riñones, almorranas ciegas y llagas de los miembros genitales. Danla a bever algunos en quartanas, peso de dos dragmas, con pimienta, {en una} hémina de agua. Maxcada, detiene la sangre de las heridas y no falta quien afirme que expele las piedras.





EL INTERPRETE


Bien se entiende no haver sido tan familiar, en tiempo de Plinio, el orozuz a Italia como es a Hespaña en el nuestro, donde hay de él sotos que no se pueden agotar, pues afirma tan determinantemente ser planta espinosa, como no haya cosa más agena de ella. Pero ni todas las plantas nacen en todas partes, ni puede nadie escrivir cosa cierta sino de lo que ve con los ojos. No sé si hizo a Plinio errar leer en los herbarios griegos por σχĩνος, que es lentisco, ἐχĩνος, que es erizo, o tener ambas palabras a causa de su similitud por de una misma significación, si por ventura no entiende otra planta, o en alguna tierra nace la misma nuestra espinosa, que no sé otra manera de disculparle.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2