CAPITULO I

De la admirable variedad de las flores

Manda Catón sembrar en los huertos los géneros de plantas de que se texen las coronas, en lo cual en ninguna manera se puede explicar con palabras la subtileza de las flores, pues le es a naturaleza más fácil pintarlas que a ninguna lengua humana referirlas, principalmente cuando está en grande gozo de fertilidad jugando de tan diversas maneras. Porque lo demás engendra ella por causa de provecho y de manjar y ansí dura siglos y años, pero las flores y olores para sólo un día, con grande amonestación, según se ve claro, de los hombres, para que entiendan que las cosas que con grande hermosura florecen fácilmente se marchitan. Ni basta la pintura a expresar la variedad de los colores o la diversidad de sus mezclas, ora se encadenen muchas dellas trastocadamente entre sí, ora con particular ligadura de los géneros corran a la redonda, al través y en ámbito unas coronas por otras.