CAPITULO IX


Del hinojo y cáñamo


Las demás son del género de las plantas feruláceas, como el hinojo, muy agradable (según havemos dicho) a las serpientes y útil para adobar con él, después de seco, muchas cosas. Iten la tapsia, muy semejante a él, de la cual hablaremos entre las matas peregrinas. Y el cáñamo, muy provechoso para maromas; siémbrase después del favonio y cuando más espeso, tanto es más tierno. Su simiente, cuando está madura, se limpia y deseca al sol, o viento, o al humo, y el mismo cáñamo se arranca después de la vendimia. Y alímpiase descortezado en las noches. El mejor de todos es el alavándico, principalmente para redes. Tres géneros hay allí de él. Tiénese por lo peor lo que está luego después de la corteza, o de la médula. Lo más loado es lo de enmedio, llamado mesa, y lo segundo lo milasco cuanto toca a ser mayor.

Iguala el roseo el tamaño de los árboles del campo sabino.

Entre los peregrinos hablamos de dos géneros de férula; su simiente es manjar en Italia porque se adoba y guarda en burnias hasta espacio de un año. Dos géneros hay della: vástagos y razimos. Llaman a éstas corinthia, y corymbos los que guardan en adobo.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2