CAPITULO XV


De la vicia y alcarceña


Házense también con la vicia1 fértiles los campos y sin mucho trabaxo del labrador, sembrándose con una rexa sola. No es menester escardarla o estercolarla, ni hazerle más beneficio que quebrantar los terrones. Siémbrase por tres tiempos, al ponerse del Arcturo para que den pasto en el mes de diziembre, y en este tiempo es también bueno sembrarse para dexarla granar, porque ni más ni menos grana pascida que si no se pasciese. La segunda sementera es por el mes de enero, y la postrera en el de marzo y entonces es muy buena para en hoja. Ama la sequedad sobre todas las cosas que se siembran y no menosprecia los lugares sombríos. Házese de su simiente la más excelente paja de todas, si se coge con sazón. Roba la virtud de la tierra a las vides y desméchanse si las siembran en las viñas o majuelos.

Tampoco es la sementera de los yeros de mucho trabaxo. Rózanse éstos más que la vicia, y tienen fuerza medicinal, porque es cosa muy notoria haver sido con ellos curado el divino Augusto, según consta de sus cartas. Basta que se siembren cinco modios para cada yunta de bueyes. Dízese serles dañoso si se siembran por el mes de marzo, y que si en el otoño les causa romadizo, y se haze sin algún daño sembrado por la primavera.



EL INTERPRETE


1(Vicia). Qué sea vicia diximos en el comienzo del VII capítulo deste mismo libro; lo que más de ella y de los yeros o alcarceña hay que dezir se referirá con nuestro autor en otros convenientes lugares.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2