CAPITULO VII


De las diferencias y naturaleza de las mieses


Pues havemos aparejado el campo, mostremos agora la naturaleza de las mieses. Hay pues dos géneros principales dellas, el primero es de los panes, como trigo y cevada, y el segundo de las legumbres, como havas y garvanzos, entre las cuales es tan conocida la distinctión que no hay necesidad de declararla.

De los panes hay otras tantas diferencias tomadas del tiempo en que se siembran, porque unos son hibernizos1 y éstos sembrados en la tierra al ponerse de las Vergilias se crían en el himbierno, como el trigo, farro o escandía y cevada; otros son estivales y se siembran por el estío antes que nazcan las Vergilias, como el mijo, panizo, alegría, hormino2 e irio,3 a la manera solamente de Italia, porque todos ellos se siembran en Asia cuando ya se ponen {las Pléyades} y algunos, en Italia, en el un tiempo y en el otro. Y de éstos no pocos también en el tercero, conviene a saber, del verano. Algunos llaman panes de verano al mijo, panizo, lentejas y espelta o álica,4 y sementinos al trigo, cevada, havas, rabas5 y nabos. En el género de los panes hay alguna parte de pasto que se siembra por causa de las bestias, cuales el alcacer6 y herrén, y en las legumbres, como la vitia o arbejacas.7 Los atramuzes son comunes al pasto de las bestias y mantenimiento de los hombres.

Tiene cada cual de las legumbres una raíz,8 y ésta derecha y llena de barbas. La más honda de todas es la de los garvanzos y, sacando las havas, todas echan della muchos tallos. Los panes se arraigan con muchas hebras o cabellos sin ramos. Nace la cevada siete días después que se siembra; las legumbres, cuatro o a lo más tarde cinco;9 las havas desde 15 hasta 20. Las legumbres, en Egipto, a tercero día. Sale en la cevada de la una cabeza del grano la raíz y de la otra el alcacer, la cual {cevada} también florece primero {que los otros cereales}. De la parte más gruesa {de los granos} sale la raíz, y de la más delgada la flor, como en las demás legumbres10 salga la flor y la raíz de una misma parte.

Están los panes por el himbierno en berza y por el verano arrojan la caña, y éstos son los que llamamos hibernizos. El mijo y panizo echan la caña nudosa y cóncava, y el alegría a modo de cañaheja. Los fructos de todo lo que se siembra o se encierran en espigas, como el trigo y cevada y son defendidos del amparo cuatro doble de sus aristas, o se contienen en vainas, como las legumbres, o en vasillos, como el alegría y dormideras. El del mijo o panizo está sin alguna defensa subiecto a la rapiña de las pequeñas aves, porque se contiene en ciertas telillas, sin guarda ni amparo alguno.

El panizo, dicho ansí por razón de los panículos, acorvada laciamente su punta, y adelgazada poco a poco su caña casi hasta hazerse púa, se espesa y condensa con muy amontonados granos en la que llaman obba, que es su espiga, a lo más largo de un pie. Encórvase lo más alto del mijo abrazando los granos con sus cabellos a manera de orla. Tiene el panizo sus géneros: uno se dize mamoso, arrazimado en las pequeñas telas de su panoja, con dos puntas. Y aun también se distingue con color blanco, negro, morado y roxo. Házese pan de mijo de muchas maneras y menos vezes del panizo. Pero no hay linage de pan más pesado o que crezca más cuando se cueze. Salen de un modio 60 libras de pan, y un modio de masa de tres sextarios mojados. Liase trahído de la India al Italia, de diez años a esta parte, negro en color, granos grandes y vástago a modo de caña. Cresce hasta siete pies en alto, con cañas muy grandes que llaman lobas, y es la más fértil de todas las mieses. Nascen de un grano tres sextarios y siémbranse en lugares húmidos.

Algunas mieses comienzan a concebir la espiga en el 33 nudo, otras en el 49 pero aún encubierta. Son estos nudos cuatro en el trigo, seis en la escandía, en la cevada ocho y no viene el concepto de la espiga antes que se cumpla el número de los ñudos, la cual después de haver dado de sí esperanza, comienza en cuatro días a florecer, y a lo más tarde en cinco, y en otros tantos o poco más desflorecen, y las cevadas en siete a lo más tarde. Varrón dize que llegan las mieses a su perfectión en 45 días11 porque se siegan al noveno mes.

Echan las havas primero las hojas y después el vástago, sin ñudo12 alguno. Las demás legumbres echan varas. Son entre éstas ramosas el garvanzo, yeros y lentejas. Despárzense los vástagos de algunas por la tierra, si no tienen a qué se arrimen, como los pisóles, y no teniéndolo se haze menos buenos. Es, entre las legumbres, de un solo vástago la hava. Tiene ansimismo uno solo el altramuz. Las demás le tiene de muchos ramos, en vara delgada, y todas le tienen hueco.

Unas {plantas} echan la hoja junto a la raíz y otras en lo más alto; el trigo y la cevada del un cabo y del otro, y todo lo que consta de caña lleva una hoja en la punta. Tiene éstas ásperas en la cevada, y las demás lisas y por el contrario las havas, garvanzos y pisóles de muchas maneras. Tienen las mieses la hoja como de caña; las havas, con gran parte de las legumbres, redonda, más largas las arbejas y pisóles; los frísoles llenos de nervios y el irión y alegría sanguíneas. Cáense las hojas solamente al atramuz y dormideras, y florecen mucho tiempo las legumbres, y entre éstas más los yeros y garvanzos, y más que todas las havas, durando en ello por espacio de 40 días, aunque no tanto cada tallo, porque acavando uno de florescer comienza otro, y no florece todo y junto como en los trigos; nacen las vainas en diversos días, y primero de la parte baxa, y saliendo las flores poco a poco.

Engruésanse los trigos cuando salen de cierna o se les cae la flor y sazónanse, a lo más largo, a los 40 días. Iten las havas y en muy pocos los garvanzos, porque éstos consiguen, 40 días después de sembrados, su perfectión. El mijo, panizo, alegría y las demás simientes estivales se sazonan 40 días después de haver florescido, con grande {diferencia} del cielo y del suelo, porque se siega en Egipto la cevada seis meses después que se sembró y los trigos siete y en Grecia la cevada (según que se ve en la Morea) al octavo, y los trigos aún más tarde.

Forman los granos en su caña la espiga con texedura cabellada. En las havas y legumbres se encierran en vainas que discurren, sin tocarse unas con otras, por ambos lados. Tienen más fuerza13 contra los temporales las mieses, y las legumbres en el manjar. Vístese el trigo de muchas camisas y está la cevada más desnuda; iten la arinca,14 pero principalmente el avena. Tiene el trigo más alta la caña que la cevada, y la cevada más mordaces las aristas. Tríllase en la era el trigo candeal15 y cevada, y ansí se siembran limpios, de la manera que se muelen, porque no es menester tostarlos. Por el contrario, la escaña, mijo y panizo, si no se tuestan no se pueden bien limpiar, y ansí se siembran éstos crudos, con sus telas, y aun la escandía se guarda en sus vainas para sembrarla, y no la tuestan.

La más liviana de todas las mieses es la cevada y pocas vezes pasa {el modio} de 40 libras, y las havas de 22; más pesada es la escaña y más aún el trigo.

Házese en Egipto el farro de trigo candeal y éste es allí el tercero linage de espiga. Produzen también las Galias el género de pan que llaman brance allí y se dize entre nosotros sandala, de grano muy lustroso, y hay otra diferencia: que da 40 libras {más} de pan que otro alguno. {Verrio} cuenta haver usado el pueblo romano de sola harina de cevada por espacio de 400 años.

Hay muchos géneros de trigo16 que han hecho las naciones, pero ninguno se puede comparar con el de Italia en blancura y peso, en lo cual más que en otra cosa alguna se distingue de todos ellos, con tal que se coteje el estrangero con los campos montuosos de Italia. Tuvo en éste el principado Beotia, después Sicilia y luego Africa. El tercero peso tenía el de Thracia y Syria y después el de Egipto, con decreto de los adietas, cuya voracidad, semejante a la de los jumentos, havía hecho el orden que diximos. Grecia estimó también en mucho el de Ponto, el cual no llegó al Italia. La misma prefirió en todos los géneros de granos a Dracontia, Strangia y Selenusio, por ser muy gruesa su caña, y ansí atribuyen estas diferencias de pan a tierras grasas. El más liviano, vazío o de caña muy delgada, mandavan sembrar en lugares húmidos porque les parecía tener éstas necesidad de mucho mantenimiento. Esto se tuvo entendido ai tiempo que el magno Alexandro reinava y era muy famosa la Grecia y la más poderosa de todo el mundo, pero de manera que 145 años antes de su muerte el poeta Sóphocles, en la fábula triptolémica, havía preferido el trigo itálico a todos los demás por estas palabras, sacadas a la letra de su original: et fortunatam Italiam frumento canere candido. La cual excelentia es hoy del itálico propria, por lo cual me maravillo más no haver hecho los griegos que sucedieron alguna mención de aqueste trigo.

Agora, de los géneros que se trahen a Roma el más liviano es el gálico y el que viene del Chersoneso, porque no tiene el modio más que 20 libras, si alguno pesare sus granos. Añade el de Cerdeña media libra más y el alexandrino también cuatro onzas, y éste es el peso del siciliano. El beotio añade toda la libra, y el africano nueve onzas más. En Lombardía sé que pesa 20 libras cada modio17 de trigo y seis en Chiusi, y es la ley cierta de Naturaleza que en cualquiera género tiene el pan militar18 la tercera parte más de peso que tiene el grano, como también que sea el mejor trigo el que beve cuando le amasan un congio19 de agua. Algunos géneros tienen peso por sí, como el baleárico, cuyo pan buelve 30 libras por cada modio, no excediendo otro en dos mezclados, como el ciprio y alexandrino casi 20 libras. El ciprio es pardo y haze el pan negro, y ansí le mezclan el alexandrino que es blanco y dan 25 libras. El thebaico da una libra más, y es cosa muy sin provecho amasarlo con agua marina, lo cual hazen algunos a causa de ahorrar de la sal, porque no hay cosa que ansí haga los cuerpos semejantes a enfermedades.

En Francia y Hespaña, desliyendo la harina en liquor en los géneros que havemos dicho, usan por levadura de la espuma cuajada desta manera, por lo cual tienen éstos el pan más liviano que los otros.

También hay diferencia en la caña, porque la más gruesa es de mejor género. Vístese el trigo de Thracia de muchas telas, buscando ansí contra los grandes fríos de aquella región. Por la misma causa hallo los tremesinos, ocupando las tierras la nieve, el cual se siembra solos tres meses después de sembrado, y este pan es común a todos los Alpes y provincias frías; no hay linage de trigo de mejor vista que aquéste. Hállase también otro de una caña, y en ninguna parte capaz, y no se siembra sino en tierras livianas. Hay otro de dos meses en el seno de Thracia que se sazona a los 40 días después de sembrado, y es de admirar que, con ser el más pesado de todos, carece de salvados. Usan dellos de Sicilia y Achaya en las partes montuosas destas regiones, y también en Euboea, a par de Caristo. Tan grande es el engaño que Columella recibe, el cual no creyó haver género de trigo aun de tres meses, como sea antiquísimo y lo llamen los griegos trimeno. Dizen criarse en los bactros granos de tanta grandeza que cada uno iguala el tamaño de una espiga entera de otras mieses.

Tememos a su tiempo cuidado de enseñar el tiempo de la sementera de cualquiera destos géneros, declarando la naturaleza de cada uno. Hay en la India trigo doméstico y silvestre, del cual se haze mejor pan de todos. Los de aquella tierra gustan mucho del arroz y álica, del cual hazen ordiate de la misma manera que preparan las demás naciones del de cevada. Son las hojas del arroz carnosas, semejantes a los puerros pero más anchas, a la altura de un cobdo, la flor morada y la raíz de redondo de una perla.

Comióse la cevada primero que otro pan alguno, como parece del rito de los athenienses según lo refiere Menandro, y del renombre de los gladiadores que llaman ordearios. Los griegos, también, no anteponen la polenta20 de alguna otra parte. Házese ésta de muchas maneras. Los griegos secan por una noche la cevada haviéndola rociado con agua. Fríenla otro día después y quebrántanla luego en molinos. Algunos, después de haverla tostado mucho, la tornan a rociar con agua y sécanla primero que la muelan. Otros la quitan de las espigas verdes y la limpian, y mojada la muelen en un almirez y lavan en vanastos. Secada al sol, la tornan a mojar y, limpiada, la muelen. Mas, como quiera que la preparen, mezclan a 20 libras de cevada tres de linaza y media de culantro y, tostada, con un acetábulo o cuatro cucharadas de sal, lo mezclan en un almirez; los que la quieren guardar por más tiempo la ponen en vasos de varro nuevos con su {harina} flor y salvados. Muélenlo en Italia sin remojar, tostándolo en forma subtil, añadidas las mismas cosas y también mijo. Hase condenado el pan de cevada, aunque era usado de los antiguos y dexádose en nuestro tiempo para el pasto de las bestias, como ande el uso del ordiate que della se haze tan valido y sea tenido por tan saludable. Hizo un libro de sus solos loores Hippócrates, uno de los más famosos médicos del mundo.

La más excelente ptisana es la de Utica y, en Egipto, la que se haze de la cevada de dos esquinas. Llama Turanio un linage de cevada que se cría en el Andaluzía, “pelada”; el mismo cree ser una misma cosa la olyra21 y la oryza. El modo de hazer la ptisana u ordiate, es vulgar. Por la misma manera se haze de trigo, en Campania, el trago y en Egipto y no en otra parte.

Pero el almidón {se haze} de cualquiera trigo, y de candeal, y mejor del trimesino. Dévese a la ínsula Xío su invención, y es hoy el que de ahí se trahe el más estimado de todos, y dízese amilo por hazerse sin muela o ruedas, y, el cercano, el que del trimesino, trigo de muy poco peso. Remójase en agua dulce, en vasos de madera, de suerte que se cubra de agua y mudándole cinco vezes al día. Y es mejor si se mudare también de noche, de manera que se mezcle; ablandado antes que se azede y desecado en paños o espuertas, se echa en tejas unctadas con levadura y ansí se seca al sol. Síguense a éste en bondad el xioto y candiano, y después el de Egipto, que se aprueva por su lisura. Catón dize ser fresco.

Usan también entre nosotros de la harina de cevada en medicinas y es de admirar que endurecida, para el uso de las bestias, al fuego y después molida, y metidos sus bollos con la mano del hombre con el estómago de las bestias, se les augmentan las fuerzas y se hazen membrudas y nerviosas. Algunas espigas tienen dos hileras, y otras más, hasta seis. El grano tiene algunas diferencias: largo, liviano, corto, redondo, blanco, negro y algo morado. Finalmente, el blanco es para polenta, y muy flaco para las tempestades.a

Es la cevada la más blanda de todas las mieses. No se quiere sembrar si no es en tierra suelta, seca y fértil. Su paja es la mejor de todas, y para camas y almohadas no hay otra más excelente. Es la cevada la menos subjeta a infortunios de todas las mieses, porque se encierra antes que el trigo se añuble, y ansí los labradores avisados siembran para los mantenimientos solos el trigo. Dizen sembrarse la cevada con sacho22 y que por eso se cría tan fresco y con tanta abundancia y fertilidad, la cual ha acontecido cogerse, en Carthagena de Hespaña, por abril. Siémbrase ésta por el mismo mes en Aragón, y nace en un mismo año dos vezes. Siéganlo luego que sazona y más presto que los demás panes por contenerse en caña frágil el grano y en paja muy delgada, y aun escriven hazerse mejor la polenta del que se siega antes que esté del todo de sazón.



a. Poco resistente al mal tiempo.



EL INTERPRETE


1(Unos son hibernizos). Diversos son los tiempos del sembrar de las mieses y de todas las otras plantas, ansí por sus diferencias y diversidad como por la del cielo y suelo donde se crían. Hazen estas Indias que llamamos occidentales tierras donde, por todo el discurso del año, haze intolerable calor y otras donde apenas se puede sufrir el frío. En unas el temple mediano es continuo y perpetuo, y no faltan otras donde se mudan y alternan los tiempos como en Hespaña, y lo que más es, en muy poca distancia de tierra y casi debaxo de un mismo paralelo del cielo y de una misma longitud, solamente por razón de los sitios, montes, valles, quebradas, costas y vientos familiares a cada parte. De aquí es que en unos lugares de éstos la sementera se haze de la manera que en nuestro orbe, y en otras por modo muy diferente. Tierras calientes hay donde se coge el maíz, que es su principal mantenimiento, y tiene en lugar de espigas mazorcas, cubiertas de unas gruesas membranas y granos muy gruesos, de diversos géneros y colores, cuatro vezes en el año y en estas mismas el trigo que se siembra por marzo se coge por octubre, y el que se siembra por setiembre se coge por marzo. Y esto mismo acaece en tierra de México, que es templada y aun en otras muy frías, en las cuales el maíz se siembra por marzo y se coge por noviembre, según que tractando deste linage de pan entre las plantas índicas lo havemos largamente contado. 2(Hormino). No es éste el de Dioscórides del libro tercero y capítulo CXXVIII, el cual se divide en hortense y silvestre y se ve hoy en muchas partes de Italia y Hespaña, distincto de nuestros almaros {amaros} o esclarea y de la gallocresta o alectorolophos, pero un género de mies de que Theophasto y Galeno hablaron diziendo tener naturaleza que está entremedias del erisimón y los cominos. Bien veo que por no ser conocida en nuestra edad han querido varones doctos dezir que el hermino, verdura y mies, es una misma planta y no dos diversas, aunque por servir ambas cosas y tener estas dos naturalezas hayan hecho los antiguos entre las verduras y entre las mieses dellos duplicada y distincta mención, mas en esta dubda yo antes me estaría quedo en el recitado parecer por razones que tengo en otras partes declaradas. 3(El irio). Lo mismo hay que dezir del irio, del cual Dioscórides en el capítulo CLII haze mención entre las verduras, y llamamos en Hespaña vulgarmente xaramago, pero Plinio al presente, Theophrasto y Galeno también, entre las mieses. Y de la misma manera hay quien diga acerca de no conocerse tal irio o erísimo, cereal, ser ambos una misma planta amphibia de los frumentos y hortalizas, y por tanto hazer della mención los agricultores entre las unas y las otras. Y no me parece desfavorezer a este parecer lo que de autoridad de Galeno referimos, que es ser el horminio cereal de naturaleza puesta en medio del irio o erísimo y los cominos. Pero en lo que se dubda destas dos plantas, pues no son las cereales conocidas, podrá el lector escoger lo que más conforme a razón le pareciere. 4(Espelta o álica). Usúrpase esta palabra algunas vezes por cierta bebida, según parece de los autores antiguos y entre ellos de Marcial en el Apophoreto que dize: Nos alicam mulsum poterit tibi mittere dives quod si nol verit mittere dires eme. Esta se hazía de álica o zea, que hoy llamamos espelta. Otras vezes se usurpa por el mismo grano de que hay copia en algunas partes de Hespaña. 5(Rabas). Llaman los latinos napos los nabos prolongados, y rapa los redondos, que los italianos nombran rabas. No es cosa digna de callar que la nabina que se trae de Hespaña se convierte en esta tierra en rabas o nabos redondos sin hazerse (que yo he visto) nabo alguno prolongado.

6(Alcacer). Llaman en el reino de Toledo, de donde yo soy natural, herrén al centeno cuando está en berza y dedicado al pasto de los bueyes, como a la cevada en el mismo estado, y dedicada para el de los jumentos, verde o alcacer. 7(Como la vicia o arbejaca). Los que llaman los latinos pisa nombran pisólos los españoles, y en Madrid, donde los siembran, nacen abundantemente arbejas. Mas es de saber que hay dos especies: mayor y menor, distinctas en la grandeza y tamaño de las hojas y vainas. Del menor hay dos especies: una blanca y otra cenicienta que llaman algunos ervilia, de do vino llamarlos a todos ellos, en Hespaña y en algunas partes de Italia, arvejas. Cómenlos todos, hombres y mugeres golosas, no sin deleite, principalmente el mayor. Nacen de suyo en muchas partes y siémbranlos y cultívanlos en otras. Ninguno de éstos es la vicia de {que} haze aquí Plinio mención, ni tampoco la aphaca, pero nacen estas dos plantas entre los panes por la primavera. Son muy parecidos en algo, pero diferentes y diversas mayormente en la hoja, porque la de la vicia es menor, aunque es más larga su vaina. Llaman también éstas en algunas partes arvejas, aunque en otras las he oído dezir arvejacas. Y ansí yo, por mayor distinción, las nombré ansí, en este lugar de los yeros, frísoles y otros muchos géneros de legumbres y navas, que en Hespaña son muchos y en las Indias occidentales, donde hay inmensos géneros de casi todas las cosas, hablaremos en sus lugares proprios. 8(Cada cual de las legumbres una raíz). Este texto, que verdaderamente estava depravado, castigamos por el de Theophrasto de donde se sacó. Dize, pues, en el capítulo II del libro octavo de la Historia de las plantas, tienen las legumbres una sola raíz, lignosa y llena de hebras muy delgadas, a manera de cabellos. La más honda es la de los garvanzos y, poco más abaxo, extrivando las legumbres en una sola raíz, echan muchos tallos sacando la hava, según lo cual añadimos algunas palabras que parecían faltar al texto, pues es cierto no tener las havas más que una sola raíz, como las demás legumbres, aunque no echa della muchos tallos según que las otras. 9(A lo más tarde cinco). Ansí leo, y no siete, de Varrón en el capítulo IV del libro primero, y de Theophrasto en el capítulo I del libro octavo. 10(Como en las demás legumbres). Ansí leo de Theophrasto en el II capítulo del libro octavo.

11(En 45 días). Ansí leo y no 36 del mismo autor, del cual dize quinquies novies. 12(El vástago sin ñudos). A alguno podría parecer que los tenga, pero bien mirado no lo son, sino nacimientos de hojas y havas. Maravillóme de Theodoro Gaza, el cual trasladando a Theophrasto, en el capítulo III del libro octavo de La Historia de las plantas, dize: Iten caulis aliis geniculatus atque manis ut fabae, como en el texto griego no hay ut fabae. Las palabras son éstas {en blanco en el texto}, que quiere dezir, aliende desto, el caule de algunas legumbres es ñudoso y cóncavo, de do se sigue no haverse de corregir este texto por el de Theophrasto, según lo creyó Pinciano, antes el de Theophrasto cuando no estuviera conforme, como lo está, se havía de corregir por éste, pues la experiencia nos da dello bastante documento. 13(Tienen más fuerza). El texto dize fortiora ad hyemes frumenta legumina in cibo, que quiere dezir que son de más fuerte manjar los panes y legumbres en el himbierno. Por ventura se ha de leer aptiora ad panes frumenta legumina ad cibos, que es ser más aptas las legumbres para manjar y para pan las mieses. 14(Arinca). No me saben dezir hoy franceses qué pan sea éste en su tierra, menos que del brance. 15(Candeal). Aunque siligo se toma algunas vezes por la flor, o parte regalada de la harina, como polen es lo que se pega a las paredes, y simila o similago la sémola que llamamos acemite, y pan autopyro lo que se haze de todo el grano, quiere en otra significación dezir un género de panes que en Hespaña parten en cuatro o más diferencias, llamando uno tremesino, otro candeal universalmente, y por eso lo interpreté desa manera.

16(Muchos géneros de trigo). En Hespaña oigo distinguir muchos géneros de él con diversos nombres de la misma tierra, como son truj illano, rubio y peí de buey y otros semejantes. 17(Modio). Es de nuestra medida celemín y medio y un quartillo. 18(Pan militar). Era vizcocho. 19(Congio). Es azumbre y medio nuestro. 20(Polenta). Otra manera de hazerla escribe Galeno en el libro primero De alimentorum facultatibus, donde dize hazerse muy excelente de cevada nueva, medianamente tostada, la cual se deve mezclar en las medicinas en que Dioscórides y Galeno la mandan y ordenan.

21(Olyra). Bien parece no haver sido cosa muy averiguada entre los antiguos qué genero de pan fuese aquéste, pues unos creyeron ser oriza, otro especie de espelta o álica, y otros siligo o candeal, y aun Plinio dize ser la arinca de los franceses. 22 (Con sárculo). Instrumento rústico era, semejante al sacho vulgar con que escarvan la tierra y limpian de las malas y dañosas hierbas los panes. De reír es lo que dize Turnebo, fuera desto docto en latinidad, haverse de leer sacculo, y que quiera dezir el texto ser la sementera de la cevada propria para henchir la bolsa; pero entre otras cosas serias, permítase de que pase el tiempo algunas vezes.



b. Triticum spelta L.



TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2