CAPITULO XX


Del sauzedal y cañal, de las demás plantas que para varas y estacas se cortan


Agora nos queda por dezir lo que toca a las plantas que se siembran y cortan por causa de otras, y mayormente de las vides. Son entre éstas las más principales los sauzes, los cuales se han de sembrar en lugares húmidos, pero cavados en hondo de dos pies y medio, de estaca del mismo largo o vara, la cual cuanto fuere más llena tanto será mejor. Hanse de plantar distantes por seis pies y podarse dentro de tres años, de manera que no se levanten más que tres pies de la tierra, para que se dilaten con su devida anchura y puedan, sin escalera, cortarse, porque el sauze tanto es más fértil cuanto está más cercano a la tierra. Mándanlos cortar también a éstos cada año por el mes de abril. Esta es la lavor de la specie de sauze que llaman vimbre.1 Mas el pertical se siembra de vara y estacas, y se cava de la misma manera. Puédense cortar de él pértigas o varales casi al cuarto año, y éstas reparan el lugar despoblado de las viejas con sus ataquizas y mugrones, soterrada una de ellas y cortada desde a un año. Cada obrada de vimbres basta a proveher de estacas o tientos a 25 de viñas.

Por la misma causa, se siembra el álamo blanco con escava de dos pies, estaca de pie y medio, enxugada por dos días, y palmo y medio de distancia, cubierta con dos cobdos en grueso de tierra.

Las cañas también quieren suelo aún más mojado. Siémbranse de la cepilla de su raíz que llaman otros ojo, en hoyo de un palmo y distancia de dos pies y medio, y reházense de sí mismas extripado el viejo cañal, y esto se entiende ser más útil que no entresacarle como se hazía antes, porque serpejan entre sí las raízes y con su perplexo discurso se ahogan. El tiempo de enxerirlas es primero que se hinchen sus ojos y antes de marzo. Crescen hasta el himbierno y cesan cuando comienzan a endurecerse y esto es señal de estar ya de sazón para cortarse y aun creer haverse de labrar por el mismo tiempo que las viñas. Siémbranse echadas y cubiertas no muy hondo en la tierra y sale de cada ojo una planta. Siémbranse también de planta, en surco de un pie, enterradas dos yemas, y tocando con el tercero ñudo en la tierra, acostada la planta porque no resciva dentro de sí el rocío. Córtase en la menguante de la luna y es mejor para las viñas secas ya de un año, que no verde.

Prefiérese a todas las demás estacas la del castaño, ansí en la facilidad de tractarse y en la porfía del durar, como en el bolver a echar luego en cortándose. En lo cual vence el alegría del sauze. Quiere suelo suelto y arenoso y principalmente arena húmida o carbúnculo2 o también harina de lo que llaman topho, en sitio cuanto quieran sombrío, helado y septentrional o también declive y acostado. Rehúsa el mismo la tierra gállica,3 rúbrica o almagre y greda y toda tierra fértil. Ya diximos sembrarse de castañas, pero no nace sino de las mayores de todas, y éstas han de ser cinco en número y hanse de poner junctas y quebrantarse por cima el suelo, desde el mes de noviembre hasta el de hebrero, en el cual, despidiendo el pezón, se caen spontáneamente del árbol y nacen debaxo otras. Han de distar entre sí por todas partes un pie, en surco de un palmo. Pásanse de un plantel en otro con intervalo de dos pies, de más de dos años.

No hay árbol que tenga más fáciles ataquizas, porque, descubierta la raíz, se tumba todo en el surco y de lo más alto que quedó sobre la tierra sale un árbol, y otro de la raíz, pero transferido no sabe andar por hospedajes y posadas y teme la novedad y sale casi dos años después y, por tanto, se pueblan antes los planteles de castaños que no de barbados. La lavor no es diversa de la de los árboles sobredichos cuanto toca a cavarlos y escamondarlos por los dos meses que se siguen. En lo demás, él mismo se labra, matando los hijos superfluos, su propria sombra. Córtase dentro de siete años y bastan rodrigones de una obrada a 20 de viñas, porque se hazen también del mismo árbol y duran hasta que se torna otra vez su selva a cortar.

El ósculo, especie de enzina, se cría de la misma manera. Córtase más tarde {por} espacio de tres años, y es en criarse mucho más prolixo en cualquiera tierra que se siembre. Nace de vellota pero no sino de la del ósculo,4 en hoyo de dos palmos y con intervalo de dos pies. Siémbrase, livianamente, cuatro vezes al año. Estos dragones no se pudren, y herido el árbol echa más ramo.

Córtanse, aliende de éstos, el frexno, laurel, prisco, avellanos y manzanos, pero nacen más tarde, e hincados, apenas sufren la tierra, cuanto más el agua. Es por el contrario el saúco muy rezio para varales y siémbrase de estaca, como el álamo.



EL INTERPRETE


1(Que llaman vimbre). De las species de sauzes hablamos en el libro que precedió a éste. 2(Carbúnculo). Habló del carbúnculo, género de tierra, y del topho en el capítulo IV deste mismo libro. 3(La tierra gállica). Por ventura entiende la marga, que en el VI deste mismo libro tracto. No se ha de leer glarea, según que algunos han pensado, antes hiziera aquella palabra sentido contrario del que pretende el texto. 4(Pero no sino del ésculo). No me parece hazer sentido cómodo estas palabras, y ansí no las tienen algunos códices, ni yo las leería, si no nace de la vellota, pero no sino en hoyo de dos palmos. Mas dexelas en el texto por si acaso alguien les hallase cualquier cómodo sentido.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2