Del modo de enxerir las vides
Las púas de las vides se conservan bien cubiertas en hoyos secos, con paja y por cima con tierra, de manera que resten descubiertas solamente las puntas. Catón enxere la vid de tres maneras: mandando, lo primero, que después de cortada se hienda por la médula y metan las púas aguzadas según lo havemos dicho y ansí se juncten. Lo segundo, que si las vides están junctas entre sí de manera que toquen las unas a las otras se raigan los lados fronteros de ambas al través, y, junctadas las médulas, se aten. La tercera manera es que se barrene al través la vid hasta el tuétano y se enxeran en el barreno púas de largo de dos pies y ansí se ate enxerto y {se} cubra barrado con tierra menuda, quedando enhiestas las púas. Nuestra edad ha proveído que se usen de la barrena francesa,1 la cual horada y no quema el madero, porque toda adustión embota la virtud de la planta, y que se corten las púas al tiempo que comienzan a hincharse las yemas de los ramos y que no queden levantadas del enxerto más que por dos yemas y que se aten con ligadura de olmo y aguzen por dos partes para que destilen por allí la bavaza, que es lo que más daño haze a las vides, y que, haviendo crescido los ramos dos pies, se corte el atadura del enxerto para que puedan libremente engrosarse.
El tiempo que señalan para enxerir las vides es desde el equinoctio del otoño hasta que comienzan a brotar. Enxérense las plantas hortenses en las raízes de las silvestres, que son de su naturaleza más secas. Si las domésticas se enxeren en las silvestres, se hazen silvestres. Lo demas consta del aire. Es muy conveniente a los enxertos la sequedad, para lo cual se ponen en vasos de barro llenos de ceniza, por donde destile por entre la ceniza algún humor, aunque el enxerto de cañuto o inoculación pida rocíos livianos.
EL INTERPRETE
1(De la barrena francesa). Esta es otra manera de enxerir, antigua y usada algunas vezes en nuestro tiempo. Esta barrena llaman hoy en Hespaña mediacaña, y el enxerto de pasado. Haze de él mención Columella y dize pertenecer, según gran parte, a las vides.
TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2