CAPITULO VII

De la doctrina de los griegos en lo que toca a estas cosas

Tampoco se les pasó esto a los griegos, porque ¿qué cosa les quedó a ellos por tentar? Llaman leucargilla la arzilla blanca de que usan en el campo megárico, aunque solamente en tierras frías y húmidas.

Bien es que se digan con cuidado las que enriquecen a Francia, Flandes e Inglaterra. Estavan pues de ellas en uso solamente dos especies, pero agora, pasando adelante los ingenios, muchas más, y ansí hay {marga} blanca, columbina, roxa, barrial, tophácea y arenosa. Su naturaleza es de dos maneras, que son o áspera o grasa, cuya experiencia está en las manos, y el uso también es en dos maneras: o para que sustenten las mieses solamente o para que produzcan pasto. Mantiene las mieses la tophácea blanca, que es como piedra, que se buelve fácilmente en arena, la cual, si se hallare entre fuentes, es de estremada fertilidad. Pero si de la que es áspera de tractar se echa mucha, abrasa la tierra. Síguese a ésta la bermexa, llamada {acau}numarga, en que se mezclan piedras con tierra menuda y arenosa. Quebrántanse las piedras en el mismo campo y siégase los primeros años con dificultad por las piedras, pero tráese a muy poca costa a causa de ser muy liviana y la mitad menos que las demás. Despárzenla rala, y aun créese que mezclada con sal. Estos dos géneros, echados solamente una vez, sustentan por espacio de 50 años, fértil para pastos y mieses, la tierra.