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CAPITULO XLIV


De la edad de los árboles, qué genero dellos duran menos y del muérdago y druidas


Puédese tener por inmensa la vida de algunos árboles, si quisiere alguno considerar las partes hondas del mundo y los bosques a donde nadie puede penetrar. Pero de los que se tiene memoria duran en el campo Linternino olivas plantadas por las manos del primer Scipión africano; iten un arraihán en el mismo lugar, de notable grandeza. Está debaxo una cueva do se dize guardar un dragón su sepultura, y un almez en el templo de Lucina, que fue edificado en el año de 378 de la ciudad de Roma, estando sin cónsules,1 y, aunque no se sabe cuánto, es a lo menos cierto ser más antiguo que el templo, como se llame Lucina por razón deste luco {lugar} o bosque.

Tiene agora esta Lucina de antigüedad casi 450, pero es más antigua, puesto caso que no está averiguada su edad, el {almez} de la que se dize Capillata, porque llevan a ella los cabellos de las vírgenes vestales. Pero de otro almez que está en el Vulcanal,2 se entiende ser tan antiguo como Roma, el cual Vulcanal edificó Rómulo de las décimas de cierta victoria, según cuenta Massurio, cuyas raízes penetran hasta el foro de César, por las estaciones de los municipios. Huvo con él un aciprés que se arruinó en los postreros años del principe Nerón.

Vese en Roma, en el Vaticano, una ílex más antigua, donde está un título con letras toscanas de metal que significan haver sido aquel árbol digno de religión. Los de Tíboli tienen también origen mucho más antiguo que Roma, donde duran tres ílices más antiguas que Tiburto, su fundador, acerca de las cuales se dize haver recebido el agüero con que comenzó a edificar. Dizen que fue éste hijo de Amphiarao, el que murió en Thebas, una edadb antes de la guerra troyana.

No faltan autores que afirman haver sido plantado el plátano délphico por las manos de Agamenón, y otro en los Caphios3 de Arcadia. Hay hoy, enfrente de la ciudad de los ilienses, otros llanos acerca de Hellesponto, en el sepulcro de Prothesilao, árboles, los cuales después que han crescido tanto en todos sus lugares {para ver} a Troya, se secan y tornan otra vez a crescer. Y cerca de la ciudad de Troya dizen haverse plantado ciertas enzinas, de donde se comenzó a llamar Ilio.

Dízese durar en Argos hasta hoy una oliva a la cual ató Argos {a lo} mudada en vaca. En Ponto, cerca de Heraclea, están las aras de Júpiter llamado Stratio4 y dos enzinas plantadas por Hércules. En la misma región hay un puerto notable por la muerte que se dio allí a Amico, rey de los bebrycos. Cúbrese su sepultura desde el día postrero con un laurel que llaman loco, porque si se trahe cualquiera cosa portada de él a los navios, se mueven pendencias, hasta que buelven a echallo fuera.

Ya havemos hablado de la región aulocrene, por la cual se va desde Apamia a Phrygia. Allí, pues, se muestra un plátano5 de donde estuvo ahorcado Marsya cuando fue vencido de Apollo, que se escogió entonces para este efecto por ser grande, y vese ansimismo una palma en Délos desde el tiempo del mismo Apollo. En Olympo está el azebuche, {con el cual} fue la primera vez coronado Hércules, y agora se guarda religiosamente. También se dize durar hoy en Athenas la oliva que crió Minerva en la contienda que tuvo con Neptuno sobre el apellido de Athenas.

Viven, por el contrario, muy poco los granados, higueras, manzanos y, de éstos, los tempranos menos que los tardíos, y los dulces que los azedos, y entre los granados, los más dulces. Lo mismo es en las vides, y principalmente en las más fértiles. Graecino cuenta haver durado algunas de ellas 600 años. Paresce también perderse más aína los aquáticos. Envejecen presto, pero torna a echar por las raízes el laurel, manzano y granado.

Son de vida más durable las olivas, como aquellas de quien afirman conformemente los autores conservarse 200 años. Hay en el collado thusculano, cercano a Roma, que llaman Corne, un boscage consagrado de los de Italia, con antigua religión, a Diana, con ramas de tal forma que paresce cortado y ataviado con artificio. En éste estuvo, en nuestro tiempo, enamorado Passieno Crispo6 —dos vezes cónsul, orador, y después más esclarecido por el matrimonio de Agrippina, y por su ahijado Nerón—, de un árbol notable, acostumbrando a besarle, y no sólo, a echarse debaxo de él y derramarle encima vino. Cercana está del boscage una ílex también famosa, con ámbitos de 35 pies de su tronco, y que echa diez árboles, cada uno de los cuales es de admirable grandeza y haze solo él manera de una montaña.

Cierta cosa es morir los árboles rebolviéndoseles yedras y es semejante a esto lo que pasa en el visco o muérdago, aunque creen ser más tardía la injuria que de él reciben porque éste se conosce también aliende del fructo, digno de admiración, no entre las cosas postreras. Porque hay plantas que, no pudiéndose criar en la tierra, nacen en los árboles y, no teniendo asiento proprio, viven en el ageno, como el visco o muérdago.

Hay también en Syria una hierba llamada caditas que se rebuelve no solamente a los árboles, pero también a las espinas. Iten en los lugares deleitosos de Thesalia otra que llaman polypodio.7 Segado ansimismo el azebuche, llaman lo que nace faunos y lo que en el cardo hypophesto, con unos tallos vacíos, hojas pequeñas y raíz blanca cuyo zumo se tiene por de mucho provecho para divertir en la gota coral el humor.

Tres géneros hay de muérdago, porque en el pinavete y lárix dizen nacer stelis {en Euboea} y en Arcadia hyphear, y muchos llaman visco o muérdago lo que nace en las enzinas, robles, ílices, ciruelos silvestres8 y terebinthos, y dizen no verse en otro algún árbol, hallándose copiosísimo en la enzina lo que llaman dryos hyphear.9 Haze el olor del uno y del otro diferencia, sacado lo de la ílex y enzina, y es la hoja de no desagradable olor en ambos, pero el visco le tiene amargo y liento. El hyphear es más a propósito para engordar los ganados, porque primero los haze purgar lo malo y después engorda a los que pudieron sufrir la purgación.

Dizen no durar los que tienen alguna corrupción dentro de sí. Adminístrase esta manera de cura por espacio de 40 días del estío. Añaden una diferencia y es que, el muérdago que nace en árboles que pierden la hoja, la pierde también y, por el contrario, la conserva el que nace en árboles que la retienen. Y sembrado, en ninguna manera nace ni de otra suerte que alanzado del vientre de las aves y principalmente de las torcazas y zorzales; tal es su naturaleza que, si no es madurado en sus vientres, no nace. Su altura no excede de un cobdo, aunque echa siempre muchas varas y está verde. Es el macho fértil y estéril la hembra; algunas vezes no lleva.

Házese la liga de los granillos que se cogen por madurar en el tiempo de la cosecha de los panes, porque si se espera que llueva, se aumentan en amplitud, pero se marchita su liga. Sécanse después; secos, se majan y cozidos en agua se podrescen casi en 12 días y es una de las cosas que halla, pudriéndose, gracia y valor. Y después majados otra vez en agua que corra, perdidas las cortezas, se paran correosos en su carne interior. Esta es la liga con cuyo toque se atan y entorpecen las alas de las aves, amasada con azeite de nuezes, cuando quieren cazarlas.

No es razón se pase, en este propósito, en silencio la admiración de las Gallias. No tienen cosa los druidas10 (que ansí llaman sus magos) por más sagrada que el visco y el árbol en que se engendra (con que sea el roble) y aun eligen por sí los bosques de los robles y no hazen sacrificios sin estas hojas. De do puede parescer haverse llamado con interpretación griega druidas porque todo lo que nace en ellos {se considera} ser enviado del cielo y ser señal de haver sido escogido de Dios aquel árbol.

Hállase esto raras vezes y, hallado, se coge con grande religión y lo principal en la luna sexta, la cual haze a esta gente los principios de los meses y de los años y de un siglo después de 300 años, porque ya entonces tiene asaz de fuerzas y no es aún media, y llamando la sanidad de todos en su lengua y aparejados los sacrificios y manjares con sus ceremonias acostumbradas debaxo de su árbol, y allegados toros blancos, cuyos cuernos sea aquella la primera vez que se aten, el sacerdote, rebestido de una bestidura blanca, sube en el árbol, córtalo con una hoz de oro y recíbenlo en una talega blanca. Y luego sacrifican las víctimas o animales que ofrecen, rogando que haga dios próspero su don a aquellos a quien lo concediere, y tienen por cierto que haze fertilidad en cualquier animal estéril que lo beva, y que es remedio contra todos los venenos; tanta religión tienen algunas gentes en cosas tan frívolas y de tan poco momento como aquésta.



a. De Liternum, al N. de Cumes.

b. Generación.



EL INTERPRETE


1(Cónsules). Véase la razón desto en Onufrio Panuino, en el comentario de los fastos en el año 378. 2(Vulcanal). De éste y del loto o almez se vea Onufrio, De republica, folio 247. 3(En los caphios). Ciudad fue Caphia de Arcadia, que tema el nombre del padre de Anchises, el cual se dezia Capis. Otros creen haverse dicho ansí de Cepheo, según lo cuenta Pausanias. 4(Júpiter Stratio). Coniectura bárbara haver tenido este nombre por el socorro que hizo Dascylo, rey de aquella tierra, en la militia, Hércules. Subjectados (según cuenta Apollonio, poeta) todos los comarcanos, porque, según el mismo autor, Lyco, hijo de Dascylo, consagró una capilla a Cástor y Póllux, librado con grande cuidado y muerto de ellos Amyco, rey de los bebryces. 5(Plátano). Otros leen pino, por haverse ahorcado Marsias de pino y no de plátano, testifica Archias, poeta griego, en la sectión tercera de sus Epigrammas.

6(Passieno Crispo). De quien dize Séneca quo ego nihil movi subtilius in omnibus rebus. 7(Pollipodio). Quito de aquí dolichos y serpillo como palabras adulterinas, según paresce de los autores. 8(Ciruelo silvestre). Vense algunos de éstos en Hespaña. 9(Dryos hybear). Algunos tienen también estas palabras por adulterinas. 10(Druidas). De δϱυς, que es roble o enzina.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2