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CAPITULO XLII


De las maderas del architecto y cuáles para qué cosas sean provechosas y cuáles sean rezias para las techumbres


Hiéndense entre nosotros algunas maderas de suyo, y por esta causa mandan los architectos que se pongan a secar untadas con estiércol para que no reciban de los vientos daño alguno. Sufrente fuertemente el peso el pinavete y lárix, aunque se pongan atravesados. Encórvase el roble y oliva con él, pero los primeros le resisten sin se quebrar fácilmente y faltan antes por carcoma que por flaqueza.

Es también el árbol de la palma de mucha fuerza,1 y ansí se encorva al contrario, porque como todos los demás árboles se doblan hazia abaxo, lo haze la palma hazia arriba. Son de grande firmeza, contra la carcoma y polillas, el pino y aciprés. Encórvase con facilidad el nogal, porque se hazen de él también vigas y da, al tiempo que quiere quebrarse, indicio dello con el sonido. Esto aconteció en Antandro, cuando desampararon los vahos espantados del sonido. Estos pinos, piceas y alisos se engüecan para caños en acueductos y duran so tierra muchos años si no los cubren muy presto y son a maravilla más fuertes si les toca también de fuerza el humor.

La más firme para las techumbres es la haya, y la misma es muy a propósito para las trancas de las puertas y para cualesquier obras pulidas dentro de las casas; vistosa ansí en el género griego de fábrica como en el napolitano o de Sicilia, porque se rebuelven contino sus acepilladuras con anillos semejantes a las tigeretas de los pámpanos, y ésta también para los carros, porque se pega tan fuertemente con la cola, que antes abre por do está maziza que por la pegadura.



EL INTERPRETE


1(Es también el árbol de la palma de mucha fuerza). Leo: et palmae arbor valida; in diversum enim curvat, nam (omnia) inferiora pandantur, palmae contrario fornicatur, de Theophrasto en el capítulo VII del libro quinto.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2