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CAPITULO XXXIV


De las yedras


Dízese nacer ya la yedra en Asia. Negado havía esto Theophrasto diziendo que ni aun en la India sino en el monte Mero, y haver trabaxado Harpalo de plantarla en Media y no le haver prestado. También, que Alexandro bolvió vencedor de la India coronado con ella su exército, por ser tan rara, a exemplo de Bacho y aún hoy es ornamento de las varas, celadas y escudos de aqueste dios de la gentilidad en los pueblos de Thracia, en los sacrificios solemnes.

Es enemiga de los árboles y de todo lo que se siembra, y rompe las sepulturas y muros. Es muy agradable a las serpientes que se refriegan en ella, tanto, que es de maravillar havérsele dado algún honor. Hállase de dos especies primeras, como los demás árboles, que son macho y hembra. Dízese ser el macho de mayor cuerpo y de hoja más gruesa y madura y flor que se allega a color purpúreo o morado, aunque la flor de ambos géneros es semejante a la rosa silvestre o del escaramujo, fuera de que carece de olor.

Las especies de aquestos géneros son tres: porque hay yedra blanca y negra y otra que llaman hélix, y aun estas especies se tornan a dividir en otras porque hay unas blancas en sólo el fructo y otras también en la hoja. Y de las que llevan blanco el fructo, unas llevan los granillos espesos y mayores, en razimos que tienen a la redonda llamados corymbos, y la que llaman selenitio lleva el fructo menor y el razimo más derramado. Lo mismo aconteze en las negras, porque unas de ellas tienen también negra la simiente y otras azafranada, de cuyas coronas usan los poetas, y hojas menos negras y ésta llaman algunos hysia y otros bachicha, de mayores corymbos que el resto de las negras.

Algunos griegos hazen dos géneros de yedras, nombrando a la una, por causa del color de sus granos, erithrano, y a la otra chrysocarpo. Pero la hélix tiene muchas diferencias, porque difiere en gran manera en las hojas, las cuales lleva pequeñas, esquinadas y puestas por orden, como los géneros de las demás sean simples. Diferénciase también en la largura de lo que está entre los ñudos y principalmente, por razón de su esterilidad, porque no lleva fructo. Algunos creen acontecerle esto por la edad y no por el género, y ser primero hélix y después yedra por antigüedad y vejez el error manifiesto, de los cuales se entiende en que se hallan muchos géneros de hélix, pero principalmente tres señalados: uno herbáceo y verde, de que hay mucha copia; otro de hojas blancas y el tercero de diversos colores, llamado thracio. El herbáceo tiene también las hojas más delgadas y puestas por orden y más espesas, como en el otro género sea todo aquesto diverso.

Entre las de diversos colores son unas de hojas más delgadas, ordenadas de la misma manera y más espesas, y el otro genero carece de todas estas cosas. Son ansimismo mayores o menores las hojas y difieren en las manchas. También entre las blancas, unas lo son más que otras. Cresce en mayor longitud la herbácea y la blanca mata los árboles y chupándoles todo el zumo cresce en tanta groseza que se haze árbol. Sus indicios son las hojas muy grandes y muy anchas y los ramos yertos, que están en las demas abaxados, y los razimos enhiestos y derechos. Y aunque todos los géneros de yedra tengan los brazos a modo de raízes, ésta los tiene muy ramosos y robustos, y después la negra.

Pero es proprio a la blanca echar entre medias de sus hojas los ramos, abrazándolas del un cabo y del otro siempre. Esto haze también en los muros aunque no puede cercarlos y ansí, aunque la corten por muchas partes, vive y dura y tiene otros tantos principios de raízes cuan grande es el número de sus ramos, con los cuales, quedando ella libre y maziza, chupa y ahoga los árboles a que se arrebuelve.

Difieren también la yedra blanca y negra en el fructo, porque las demás le tienen tan amargo que no tocan a él las aves. Hay otra yedra que se sustenta derecha sin arrebolverse a otra cosa, sola de todos los géneros, que se llama por esta causa orthocisos y, por el contrario, otra que nunca está sino echada en la tierra, llamada chamecisos.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2