05tomo_08_libro16-25

CAPITULO XXIV


Qué hojas se buelven todos los años {caedizas}, qué cuidado se haya de tener de las hojas de las palmas y otras cosas admirables de las hojas


Hay una diferencia ordinaria de todas las hojas en sí mismas, porque la parte más baxa de hazia la tierra tiene una manera de color herboso y lisada. Los nervios, callo y artículos {están} en la superior, y las rayas debaxo, como la mano del hombre. Las de la oliva son por la parte baxa más blancas y menos lisas, como también las de la yedra. Pero las hojas de todos los árboles se abren cada día al sol, apeteziendo que sus partes interiores se calienten. La parte alta de todas tiene flueco, poco o mucho, que es acerca de otras gentes lana.

Ya havemos dicho hazerse en Oriente, de las hojas de las palmas, sogas recias, y ser mejores en el agua. Quítanse éstas entre nosotros de las palmas, después de cogido el pan.a Son mejores las que no están hendidas; pénenlas a secar a la sombra por cuatro días, y estiéndenlas después al sol, dexándolas también de noche hasta que se paren blancas y finalmente las hienden para las obras.

Son las más anchas hojas las de la higuera, vid y plátano; angostas las de la oliva, granado y arraihán; de forma de cabellos las del pino y cedro, llenas de puntas las del azebo y géneros de ílex, porque el enebro tiene espinas en lugar de hojas. Son carnosas las del aciprés y tarai; muy gruesas las del aliso; largas las de las cañas y sauzes, porque la palma las tiene también dobladas. El peral, como zerzenadas; el manzano, puntiagudas; esquinadas la yedra, partidas el plátano, cortadas a manera de peines la picea y pinavete, con senos a la redonda el roble, y de cuero espinoso la zarza.

Tiénenlas algunas plantas mordazes, como las de la hortiga; que pica, el pino, picea, pinavete, lárix, cedro y aquifolias; de pezón corto las olivas e ílices, y de largo las vides; trémulo los álamos y que con ellos se hieren entre sí. Y aun en un género de manzanas se levantan, en medio del mismo fructo, unas hojas pequeñas y algunas vezes dos; y en otros árboles, en los ramos; en otros en su cumbre y en el roble en el mismo tronco. Ya son espesas, ya ralas, y siempre son las anchas de mayor raleza.

Están por orden en el arraihán, cóncavas en el box, y desordenadas en los manzanos; salen muchas de un pezón en éstos y en los perales. Son ramosas en el olmo y cítiso. Y añade Catón ser caedizas1 las del álamo y enzina, mandando que se den a las bestias2 no muy secas. Y a los bueyes también las de la higuera, ílex y yedra; dánseles también de caña y de laurel. Cáense todas a los serbales, y a los demás poco a poco.

Hasta aquí se ha tractado de las hojas.



a. Refiérese a la cosecha de cereales.



EL INTERPRETE


1(Caedizas). Algunos leen, de Catón, no decidua, sino cedua. 2(A las bestias). Traslado ansí animalibus, puesto que algunos leen no animalibus sino ulmo ovibus.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2