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CAPITULO X



De la ripia, pino doméstico y silvestre, pinavete, picea, lárix y texo


Házese la mejor ripia del roble, y luego de los demás árboles glandíferos y haya, y la más fácil de todos es {la de} los que llevan resina, aunque no {es} durable, sacando la que se haze del pino alvar. Cuenta Cornelio Nepos haverse cubierto las casas en Roma de ripia, por espacio de 470 años, hasta la guerra de Pyrrho. A lo menos, sábese haverse distinguido con insignias las selvas de {Roma}, porque dura hasta hoy un lugar consagrado a Júpiter Fagutal1 donde huvo un bosque de hayas, y un collado llamado Viminal porque iban a él por vimbres y la puerta dicha Querquetulana,a y otros con nombres de diversos boscages y aun algunas vezes doblados. Quinto Hortensio, dictador, haviéndose retirado el pueblo al Janículo, dio {una ley} en un enzinar2 para que, lo que por ella se mandase, obligase a todos los romanos.

Teníanse entonces los pinos3 alvaresb por peregrinos, y los pinavetes y todos los demás árboles que crían pez, porque no nacían cerca de Roma, de los cuales quiero agora hablar para que se entienda juntamente todo el origen del adobo de los vinos. Algunos de los árboles sobredichos llevan pez en Asia y en Oriente; en Europa la crían seis diferencias de árboles de un género.

Entre éstos {están} el pino alvar y {el} pináster.c Llevan la hoja muy delgada a manera de cabellos y puntiaguda. Lleva el pino alvar muy poca resina, y ésta algunas vezes reseca en las mismas piñas de que havemos hablado, y de manera que apenas atribuya a su género.

El pináster no es sino pino silvestre, de admirable altura, ramoso desde el medio, como el pino alvar en lo más alto; da éste más copia de resina, de la manera que diremos. Críase también en los llanos. Creen algunos ser los mismos árboles, aunque de diverso nombre, los tibulos que nacen en Italia, pero delgados, más ceñidos y sin ñudos, útiles para galeras y casi de ninguna resina.

Ama la picea o pin negrald montes y ríos. Arbol de triste significación y que se pone a las puertas de las casas en señal de haver dentro algún defuncto, y en las hogueras; es verde, aunque se haya recebido en jardines dentro de las casas, por la facilidad con que puede afeitarse.e Corre desta picea mucha resina, interviniendo una como piedra preciosa blanca, tan semejante a incienso, que mezclada con él no puede distinguirse con la vista, de donde nacen engaños de las boticas.4 Tienen todos estos géneros las hojas a modo de unas cerdas cortas, aunque más gruesas y duras, ansí como también los acipreses. Son los ramos de la picea luego, casi desde la raíz, pequeños y están como brazos pegados a los lados.

Tiénelos el pinavetef de la misma manera, excelentes para los navios. Nace en lo alto de los montes, como si huviera cogido allí por huir de los mares, ni tiene otra forma. Su madera es muy buena para vigas y para otras muchas obras de la vida. Es de él enfermedad la resina y de aquí viene no llevar otro fructo alguno la picea, y suda algunas vezes poco con el calor del sol. Es por el contrario la madera del pinavete hermosísima y la de la picea sólo para ripia y para aquel linage de navios que llaman cupasg y para otras cosas, pocas, de carpintería.

Ama el quinto género los mismos lugares; tiene la misma forma y dízese lárixh o pin carrasco. Su madera es muy excelente y su fuerza incorruptible y que, apenas falta, bermexa y de más agudo olor, sale de ésta algo más de liquor, el cual no se endurece, de color de miel y más liento.

El sexto género haze la que propriamente se llama tea,i más abundante que los otros géneros en zumo, aunque más escasa y líquida que la picea. Agradable también en la llama y lumbres de los sacrificios. Llevan sólo los machos de aquestos árboles pez y el otro liquor de olor muy pesado, que llaman los griegos syce.j Es la lárix, la cual ni arde ni se convierte en carbones o se consume con la fuerza del fuego, no de otra manera que las piedras.

Consérvanse todos los pinos contino verdes y no se pueden discernir fácilmente en la hoja los unos de los otros, aun de los experimentados, tanta es la semejanza de su naturaleza, aunque no es la picea tan alta como la lárix, la cual lárix es más gruesa, de corteza más lisa y hoja más vellosa, grasa, espesa y más blanda5 para doblarse. Pero las hojas de la picea son más ralas, más secas, más yertas6 y delgadas y aun es toda ella más erizada y bañada de resina y la madera más semejante a la de pinavete. No torna la lárix a echar, quemadas una vez sus raízes, pero la picea sí, según se vido en Lesbos cuando se quemó el bosque Pýrrheo.

Otra diferencia tienen estos géneros en el sexo: el macho es más corto y más duro7 de hojas, pero la hembra más alta y de hojas más grasas, simples y no yertas; tienen los machos la madera dura y retorcida8 para las obras que della hazen los carpinteros, y las hembras más blanda, con peligro público en los asegures, los cuales descubren en cualquier género el macho, porque resurtenk y causan al tiempo que los hieren más ruido, y después se arrancan dellos con mayor trabajo. Es su madera retostada, y la de los machos más negra. Hay en el monte Ida de Troas otra diferencia de una montaraz y marítima, porque en Macedonia, Arcadia y a par de Elis, truecan los nombres y no consta de los autores cómo se llame cada uno de los géneros. Nosotros discernimos estas cosas con juizio romano.

Es el pinavete el mayor de todos, y la hembra aún más alta que el macho, de madera más blanda y más provechosa y su árbol es más redondo y espeso con hojas en forma de alas, tanto que no pueden las aguas penetrarle, y de vista en todo más alegre.

Cuelgan de los ramos de aquestos géneros, sacando el lárix, unos nucamentosl ayuntados a modo de escamas, no desemejantes a panojas. Estas, en el pinavete macho, tienen por la parte anterior sus piñones y no las de las hembras. Mas los nucamentos de la picea los tienen muy pequeños y negros en todas sus panojas que son menores y más delgadas, por lo cual la llaman los griegos phtbirophoron.m Son en la misma más apretados los nucamentos que no en los machos, y menos resinosos.

Semejante es también a estos árboles en la vista (porque no se nos quede nada por dezir), el texo,n aunque menos verde; delicado, triste, cruel, de ningún zumo y que solo lleva bayas entre los demás. El macho es de fructo dañoso, porque tienen sus bayas, principalmente en Hespaña, mortal veneno y hase hallado que los vasos de caminoo que de él se hazen en Francia para los vinos son venenosos y mortales. Este dize Sextio llamarse por los griegos smilas y ser en Arcadia de tan presentáneop veneno, que el que duerme debaxo de él, o come, muere dello. Y aun hay quien diga que por razón déste se dixeron táxicos los venenos que hoy llaman tóxicos, con que se envenenan las saetas. Y hállase perderse su veneno si les hincan un clavo en el árbol.



a. De quercetum, encinar.

b. Pinus sylvestris L.

c. Pinus pinaster Sol.

d. Picea excelsa Link.

e. Por podarse.

f. Alvies pectinata D. C.

g. Por cubas.

h. Larix europea D. C.

i. Pinus taeda L.

j. Higo.

k. Por rebotan.

l. A modo de nueces.

m. Del griego φθειϱός, piñón y φοϱός, portador.

n. Taxus baccata L.

o. Cubas para transporte.

p. Por instantáneo.



EL INTERPRETE


1(A Júpiter Fagutal). A algunos paresce se quite el Júpiter por haver mención deste lugar llamado Fagutal,q pero aunque esto sea ansí, no es inconveniente quedarse esta palabra, pues huvo allí una hermita de Júpiter Fagutal, como paresce de Varrón en el libro cuatro De lingua latina. 2(Enzinar). Ansí trasladé de aesculeto, por tener al ósculo por una especie de nuestras enzinas, aunque como dixe arriba algunos tienen ser el vulgar quexigo. 3(Pinos). Conoscemos en Hespaña casi todas estas seis especies de pinos y tienen nombres vulgares entre nosotros, porque al que llaman los latinos pinus, dezimos en Hespaña pino alvar; al que llaman los latinos pinus, dezimos en Hespaña pino alvar; al que pinaster, pin donzel; al abies, pinavete; a la picea, pin negral; al larix, pin carrasco, aunque no sea esto tan cierto a causa de quemarse su madera, contra lo que del larix Plinio y Vitruvio testifican, y a la teda, tea. Todos los cuales, dexado aparte que sólo el pin carrasco o lárix caresce de fructo, se distinguen en su altura, madera, forma de sus hojas y fructo. El pin donzel lleva éste pequeño y vano, y es de blanda madera y dulce corte. El pin carrasco no lleva pifias, como dixe, y su hoja es áspera. El pin negral da pez en abundancia y no ansí pifias, y su madera es negra, de donde le dan los españoles este nombre. El alvar, por el contrario, da muy buenas pifias y es blanca su madera y la de la teda muy inflamable. 4(De las boticas). Ansí traslado seplasie; era Seplasia una calle en Capua do se vendían olores y drogas, como paresce de Asconio Pediano, y de ahí se toma por cualquier contractatión de olores y drogas y otras semejantes mercaderías. 5(Más blanda). Leo mellior flexu.

6(Yertas). Porque leo regentia, no algentia. 7(Más duro). Añado, de Theophrasto, foliis. 8(Retorcida). Quito radix, del mismo autor.

En lo demás, llaman los latinos panículas las panojas, como del mijo, panizo y otras semejantes, y nucamentos otra cosa no desemejante a ésta, cual cuelga de los pinos y nogales cuando comienza a formarse su fructo, del cual es como principio y rudimento.



q. De φãγός (lat. fagus), haya.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2